Diciembre marca una nueva prueba para el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y no sólo por ser una época de balances de fin de año, sino porque se espera que sea el primer mes en donde la cotización del dólar toque el mínimo de la banda de flotación cambiaría que comenzó a regir el primero de octubre.
En ese entonces, el titular del BRCA, Guido Sandleris, fijó dos valores de actualización diaria para la divisa norteamericana, es decir un piso y un techo. Cuando el dólar toque algunos de esos dos extremos recién ahí intervendría el Central. A la par, y con una tasa que llegó a tocar el 74% pero que desde ese entonces basó más de 14 puntos porcentuales, secó la plaza de pesos. En criollo: no dejó plata libre para que no es expanda la base monetaria.
¿Qué es la base monetaria? Es la cantidad de pesos que circulan en el país. El Central es la autoridad que la regula y como consiguiente puede determinar si crece, se contrae o se mantiene estable. Desde el minuto cero de su gestión Sandleris propuso un crecimiento cero de dicha base y mediante las Leliq empezó a aspirar todos los pesos que había libres por dos motivos.
El primero evitar que se vayan hacía el dólar y que al hacerlo generen presión para que la divisa suba; el segundo es ponerle un freno a la inflación ya que si no hay dinero excedente (por más del que se necesita para que el sistema funcione) se reducen uno de los factores que ocasionan la fluctuación en el nivel de precios.
El titular del BCRA, Guido Sandleris.
Hasta aquí es plan que puso en marcha Sandleris y que, hasta ahora, demostró ser altamente efectivo. Pero la prueba que tendrá llegará este mes. ¿El motivo? Son dos. El primero es que el Central por primera vez desde que se instaló la banda cambiaría tendrá altas chances de que el dólar toque el borde inferior de la misma. Hoy en día el mínimo, que se fija con la cotización del mayorista, está en $36,139 y para fin de mes se ubicará en $37,117. Ayer la cotización de la divisa estuvo en $36,30. Si llega a ese punto tendrá que intervenir con la compra de dólares para reducir la oferta y entonces.
El Central podría utilizar el aumento de la base monetaria para que el dólar suba un poco y se aleje del piso.
El segundo es el aumento proyectado de la base monetaria que se estableció en 6,3% en octubre y que tiene como punto central que habrá más demanda de dinero por el cobro de los aguinaldos y bonos como también por la necesidad de muchas empresas de cerrar sus balances. “Esto te va a generar que haya más plata para el consumo, repuntarlo un poco en diciembre, pero también te deja pesos libres que se pueden volcar al dólar y hacerlo subir”, explicó una fuente oficial.
Es por eso que no son pocos los que creen que Sandleris buscará esta forma para que el dólar suba, de forma controlada, sin la necesidad de que el Central tenga que intervenir en el mercado y sin cortar la política de reducción de la tasa de interés.