El Gobierno anunció hoy el "fin" de las cuotas sin interés, lo cual -según el macrismo- se traduce en poner "blanco sobre negro" en el financiamiento que ofrecían los bancos (el interés), el cual siempre era pagado por alguien: el consumidor que abonaba en un pago.
A partir del 1° de febrero se blanqueará la inexistencia de cuotas sin interés.
De ahora en más los comerciantes no podrán trasladar ese "interés" a los productos que se paguen de una vez, lo cual diferenciará su valor de aquellos que se abonen en cuotas.
"En un país con el proceso inflacionario como el que tiene la Argentina la existencia de cuotas 'sin interés' es una farsa", asegura Héctor Polino, representante de Consumidores Libres.
Hasta ahora el interés de las cuotas lo pagaba el que abonaba de una sola vez.
A partir del 1° de febrero las reglas de juego cambiarán pero, cómo afectará esto a cada comprador:
La compra de bienes durables en un pago será hasta un 20% inferior al que se realiza en varias cuotas. Esto se debe a que a estos compradores no se les trasladará el valor del financiamiento.
La compra en un pago podrá ser en efectivo, con tarjeta de débito o con tarjeta de crédito en una cuota.
El precio en un pago nunca será el mismo que en cuotas.
Cada comprador podrá elegir si le conviene realizar un pago o financiarse en cuotas.
En caso de optar por financiamiento, cada consumidor deberá decidir si se atiene a las cuotas de una tarjeta de crédito o le conviene un préstamo bancario.
Cada vendedor deberá exponer en sus comercios, cuando los precios se exhiban financiados, la cantidad y monto de cada una de las cuotas, el Costo Financiero Total (CFT) y el precio de contado.
Las entidades bancarias, financieras y las tarjetas de crédito serán responsables del cumplimento de la exhibición de precios, cuando realicen o participen en las acciones publicitarias de productos o servicios ofrecidos en cuotas.
Los planes Ahora 12 y Ahora 18 continúan normalmente y también deberán exhibir al cliente el costo financiero total.
Los productos o servicios, que se ofrezcan en cuotas, no podrán incluir en sus anuncios la frase “sin interés”, o alternativa similar, cuando el costo de la financiación del producto se traslade al precio de venta al consumidor.
Los consumidores de menores recursos y aquellos que no tengan acceso a financiamiento serán los mayores beneficiarios de esta medida.
Aquellos comerciantes que violen la normativa deberá abonar penas de hasta $ 5 millones.
Con la puesta en marcha de esta medida serán los comerciantes los que deberán llevar los precios a la baja. Esto generará mayor competitividad en el sector y la posibilidad de que sean los clientes los verdaderos formadores de precios.
Los consumidores potenciarán la competencia entre comercios.
Sandra González, presidenta de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua) destacó la normativa como una buena medida, aunque reparó en la necesidad de que la transparencia de los precios sea "sumamente controlada y verificada por el Estado" de forma tal de garantizar un correcto cumplimiento. Polino coincide con la necesidad de este control para acabar con "el engaño que son los intereses encubiertos":
Desde Adecua le dieron el visto buena a la nueva reglamentación.
A su vez, alertó sobre una especie de período ventana que queda entre el anuncio y la implementación de esta nueva reglamentación. "Desde Adecua vamos a comenzar a hacer un paneo de precios, de modo tal de observar el comportamiento de los comerciantes y de que en estos días que quedan hasta el 1° de febrero los valores no se modifiquen", detalla González.
La especialista en consumo también destacó la necesidad de que esta medida se extienda a los bancos y las tarjetas de financiamiento de los retails que cobran altos costos de financiamiento.
Piden que se controle también a bancos y tarjetas.
En el futuro al Estado le quedará debatir el tema de los intereses cobrados por los bancos y las tarjetas de crédito, las comisiones y los efectos sobre la rentabilidad de un comercio.
Además, este año, deberá tratarse en la Cámara de Senadores la Ley de Tarjetas, que regula los aranceles que deben pagar los comercios por el uso tanto de débito como de crédito en cada compra.