Más
Dinero

Cómo los aumentos pegan en el bolsillo: se camina más para ahorrar en pasajes y otras estrategias

El incremento en los colectivos llegará al 30% en los próximos meses. Opciones para recortar gastos.

17 Agosto de 2018 19:10
1559946058788

El último aumento en la tarifa de colectivos y trenes, sumado a la suba en el subte del 1° de agosto y al habitual y constante incremento de la nafta y el dólar (devaluación del 57%) provocaron un impacto en el bolsillo de las personas difícil de sostener.

El subte pasó a costar 12,50.

Si a esto se le añade que la inflación acumula casi un 20% en lo que va del año, a los argentinos no nos queda otra que intentar frenar, de alguna manera, este fuerte impacto económico. Por ejemplos, algunos deciden comprar electrodomésticos de bajo consumo, otros son menos drásticos buscan ahorrar dinero en los viáticos, sin importar que el regreso a casa sea más largo.

En los próximos meses el incremento en los colectivos llegará al 30% y  en los trenes, en tanto, la suba llegará al 33 por ciento.

Pero, sin lugar a dudas, la vida de gran parte de las personas que viven en la provincia y la Ciudad de Buenos Aires cambió producto del gran incremento en las tarifas y comestibles. “A principio de año me tomaba el subte y el colectivo para regresar a mi casa. Pero decidí no hacerlo más porque, simplemente, no lo puedo pagar”, le señala Germán a BigBang.

De 28 años, vive en Sarandí, Avellaneda, y trabaja en Palermo. Todos los días salía de su casa y se tomaba el 159 o el 33 hasta Casa Rosada y de ahí el subte que lo dejaba a 10 cuadras del trabajo. En total, tardaba una hora y quince minutos en llegar y gastaba poco más de 10 pesos en enero. “Si hago esa combinación, sin el plan SUBE, estaría gastando $25,50 ahora”, explica.

Trenes y colectivos suben un peso durante los próximos tres meses by Alejo German Paredes on Scribd

Loading...

Con el plan SUBE, el segundo y hasta tercer viaje en un lapso determinado de tiempo se reduce considerablemente. Por ejemplo, si le cuesta $13 el colectivo y 12,50 el SUBTE, al tomarse este último luego de viajar en la línea de bondi, el costo se reduciría a $6,25. Por lo que gastaría poco más de $19 en la ida, aunque sigue estando lejos del precio de hace varios meses.

Cabe resaltar que a partir de abril, el boleto mínimo de colectivo pasó a costar 9 pesos y esta semana llegó a $11. Algo similar le ocurrió a Darío, de 51 años, de Wilde. Diariamente, desde hace cuatro años, utilizaba su Fiat Idea Adventure, modelo 2012, para viajar a su trabajo, de lunes a sábados, pero tuvo que dejar descansando en su casa el vehículo a partir de los aumentos en la nafta.

s aumentos se harán sentir en toda la cadena productiva.

Desde principio de año, había decidido no utilizar el auto y viajar en colectivo. Pero a causa de los últimos meses, decidió que era hora de venderlo. ¿Para cambiarlo? No, para poder darle pelea a los aumentos y a la holgada tarifa en la boleta de luz (casi de $5.000) que le llegó este mes. “Como está el dólar y como sube todo, no lo puedo mantener más el auto”, sostuvo.

Llamativo es lo que le ocurre a Gabriel, quien vive en un momo-ambiente chico, aunque eso no evitó que la tarifa de luz ascienda a 1.300 pesos. “No sé qué hacer, a veces utilizó el aire acondicionado, pero como es invierno solo lo uso una vez por semana cuando viene mi pareja y se queda a dormir”, relata el joven de 27  años, que trabaja en una carnicería y gana $8.000 al mes.

Silvia, apasionada maestra jardinera, optó por incrementar su jornada laboral, la cual no era corta, debido a que “no le alcanza” el sueldo a fin de mes. “Tuve que tomar dos suplencias porque a nosotros, los docentes, no nos aumenta el sueldo desde el año pasado y el sueldo no me alcanza para nada”, señala, en referencia a la lucha de los gremios por las paritarias.

La provincia de Buenos Aires y los gremios docentes todavía no se pusieron de acuerdo. 

El aumento afecta a las distintas clases sociales, sobre todo la clase baja y media. Por ejemplo, las ventas en entradas de cine este año cayeron a la mitad. Ante la suba de tarifas, el 43 por ciento de los hogares argentinos declaró que optaría por reducir salidas al cine, a comer afuera y vinculadas al entretenimiento, según había señalado una encuesta de Kantar Worldpanel.

Esto se comprobó con lo que sucedió en las taquillas: mientras que entre enero y mayo de 2017 se habían vendido 21,3 millones de entradas, en el mismo período de este año se vendieron 18 millones. Por otra parte, el volumen total de ventas al público de combustibles líquidos -naftas y gasoil- disminuyó en mayo pasado un 13,6% en comparación con el 2017.

La caída fue de 12,2% para las naftas y 15,3% para el gasoil. Mientras que las ventas de GNC se redujeron 12%. En agosto se observó un traslado de las preferencias de los consumidores de la nafta Premium a la Súper y del gasoil Ultra al común. Esto responde al incremento en el precio de venta al público de los combustibles desde principios de año.

Por la devaluación, los argentinos cambiaron en sus vacaciones invernales Miami por Iguazú

Según datos del Ministerio de Energía de la Nación, el expendio de nafta Súper totalizó en junio 491.178 metros cúbicos, un incremento de casi 5% respecto del mismo mes del año anterior y 1% de mejora en comparación a mayo de 2018.

Por su parte, la venta de nafta Premium fue de 218.312 metros cúbicos en junio pasado, un nivel semejante al del mismo mes de 2017 pero que, sin embargo, refleja una caída del 3% en junio de este año comparado el mes anterior.

Al mismo tiempo, por el encarecimiento de la luz y el gas, muchas familias modificaron -a medias- sus hábitos de consumo y optaron por equipos más austeros, pero de bajo consumo: desde una heladera no frost que puede ahorrar hasta un 50% del consumo de luz o una lamparita LED, de mínimo consumo, que tienen hasta 15 años de vida útil.

El dólar superó los $30.

En este contexto, las consultoras Kantar Worldpanel y Ecolatina señalaron que las proyecciones en el consumo apuntan este año a una caída del 1,2%, afectado por el aumento de la inflación y la caída del salario real.

"Un hogar de nivel bajo inferior -el 17% de los hogares argentinos- destina el 57% de su ingreso a consumo masivo. Si sus ingresos crecen debajo de la inflación, su único camino es consumir menos productos básicos", agregó Federico Filipponi, director comercial de Kantar Worldpanel Argentina.