Luego de las sucesivas subas de precios de los primeros meses del año, el impacto no se hizo esperar. En el primer trimestre de 2016, el consumo cayó en un promedio un 2,1 por ciento y se profundizó con una baja aún mayor en abril, del 3,6 por ciento. Ahora, un estudio señala que muchos consumidores comienzan a cambiar sus hábitos para atenuar la inflación: un 63% se muestra dispuesto a resignar marcas líderes.
El estudio de la consultora CCR asegura que los consumidores realizan compras más “racionales”. Esto quiere decir que ya no la realizan de forma automática, sino que buscan precios y marcas en las góndolas. El informe asegura que esos métodos, que el año pasado eran aplicados por un 42 por ciento de los compradores, hoy son utilizados por el 51%.
Tras los aumentos de precios, las búsquedas más exhaustivas se hacen necesarias en el supermercado
Se trata de un cambio de hábito entre los usuarios, que busca mitigar el impacto de la inflación que impactó en el bolsillo durante los primeros meses del año. En el primer trimestre del año, según el estudio de la consultora, los productos de consumo masivo aumentaron un 4,2 puntos porcentuales. Para CCR, los productos cuyos precios más aumentaron fueron las golosinas (9,5%), los artículos de cosmética y tocador (8,2%) y de almacén (7,3%).
Lo cierto es que todos los canales evidencian caídas en las ventas: autoservicios (-2%), almacenes (-2,6%) quioscos (-2,2%) y farmacias (-0,8%). En lo que hace a categorías, todas cayeron, excepto heladeras y freezers, que subieron 0,2 y 3,5%, respectivamente. Cosmética (-7,7%), bebidas con alcohol (-3,6%), golosinas (-2,1%) y almacén (-1,9) fueron las más afectadas en los canales de hipermercados, supermercados y locales de cercanía. En los rubros que mide CCR, los precios aumentaron un 31,6% entre marzo de este año y el mismo mes del año pasado.
En la Capital Federal, la caída del consumo fue del 0,8 por ciento. En todo el país, superior al 2.
Incluso, según consignó el diario Clarín, buena parte de los consumidores se volcaron a los supermercados mayoristas, donde pueden encontrarse sustanciales diferencias de precios que alcanzan hasta un 30 por ciento de diferencia. Aquellos que siempre se caracterizaron por elegir marcas también tuvieron una baja de cuatro puntos respecto al año pasado.
En tanto, la caída del consumo en Capital Federal fue de un 0,8 %, según el informe. Sin embargo, en un promedio a nivel país fue de alrededor del 2,1 por ciento, aunque en algunos puntos del interior alcanzó el 3 por ciento. Los almacenes son uno de los sectores más perjudicados por los aumentos, que los golpean no sólo en términos de caída de consumo, sino también porque pagan mucho más a sus proveedores por determinados productos, en comparación con un supermercado.