Ante el temor a que la corrida cambiaria dispare aún más la inflación generando una crisis no sólo económica, sino también política, Mauricio Macri decidió hoy salir a buscar financiamiento en el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Sucede que la batería de medidas con las que el Banco Central y el Gobierno intentaron frenar el ascenso de la moneda estadounidense, mantener a raja tabla la economía y la inflación resultaron erráticas, y no lograron terminar con la volatibilidad del mercado local.
La corrida cambiaria disparó la posibilidad de una crisis económica.
En un escenario de cambio de contexto internacional donde el dólar se hace fuerte y las monedas de los mercados emergentes, como la Argentina, se deprecian, el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, anunció que se iniciaron las conversaciones para solicitar una "línea de crédito preventiva" del FMI, dado el "apoyo expreso" que este organismo le prometió.
Fuentes del mercado rumorean que se trata de un pedido de US$ 30.000 millones a una tasa estimada del 4 por ciento. Este dinero estaría reservado a reforzar las reservas y así llegar a los US$ 80.000 millones.
Dujovne viajará esta noche para reunirse con Lagarde.
"Todavía falta la letra chica. Cuál va a ser el monto pedido, a qué plazo y tasas para saber el real impacto en la economía", remarcó a BigBang el analista financiero Christian Buteler. "El anuncio de esta medida no tuvo otro fin que dar un mensaje contundente para salir a calmar el mercado", resaltó.
Sin embargo, lo que sucedió todo lo contrario. Como muestra basta lo ocurrido durante la jornada de hoy, donde el dólar se mantuvo sumamente volátil y tras el anuncio del Gobierno, trepó 50 centavos a 22,80 pesos.
Cotización del martes en Banco Nación.
"El mercado no reaccionó bien. Está muy claro que es una crisis que les está pasando por arriba", opinó Buteler quien también advirtió sobre el costo político de este préstamo. "Hay que ver que leyes les piden que aprueben a cambio de este financiamiento".
Por su parte, el economista Fausto Spotorno sostuvo que está es "la mayor crisis cambiaria que tuvo el Gobierno hasta ahora" y aclaró que "será todo un proceso de negociación que puede llevar entre uno y dos meses a menos, por lo que mientras tanto el mercado local se mantendrá volátil".
"El Gobierno tiene que reconstruir la confianza de los mercados, mostrando que el modelo no está resquebrajado, aportando mayor solvencia y liquidez", interpretó el economista Diego Martínez Burzaco, quien además advirtió que al pedido de financiamiento deberá haber otras medidas como un mayor ajuste fiscal".
Por otro lado Burzaco fue muy crítico sobre los dichos de Dujovne sobre que se trata de "un FMI muy distinto del que conocimos hace 20 años: en la crisis de 2008". "Eso fue puro marketing para que no asocien al Fondo con las crisis pasadas. De todos modos, no importa el ruido social y político que esta medida pueda generar hay que parar la sangría del mercado", sostuvo el economista.
Lagarde ya mostró en el pasado muestras de apoyo a la política de Cambiemos.
El FMI de la mano de su directora Christine Lagarde, fue muy entusiasta con las reformas que encaró el gobierno de Cambiemos, por lo que éste se confía de lograr un buen acuerdo con el organismo. Para ello, esta misma noche Dujovne partirá hacia Washington, Estados Unidos, donde tiene su sede el Fondo.
El director del Área de Economía del IAE Business School de la Universidad Austral, Eduardo L. Fracchia, fue de los más auspiciosos: "Esperemos que traiga tranquilidad a la plaza y respaldo para las medidas de fondo que el gradualismo precisa con la finalidad de seguir cumpliendo el objetivo de bajar inflación y pobreza hacia 2020".