El Banco Central cerró esta semana con menos reservas que la noche que el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, anunció, entusiasmado, el fin del “cepo”. “Vamos a un régimen de flotación sucia -explicó el 16 de diciembre-. El Banco Central comprará si el dólar baja demasiado o venderá si sube”. “La normalidad” celebrada, sin embargo, provocó que en sólo 42 jornadas cambiarias se perdieran US$ 600 millones. Las reservas hoy se encuentran, sin contar el reciente préstamo recibido, en US$ 23.556 millones.
Desde la salida del “cepo”, el Banco Central perdió US$ 600 millones para atenuar la subida del dólar.
Luego de que el peso se devaluara 7,92% entre el lunes 1 de febrero y el viernes 19, el Banco Central decidió intervenir el mercado para evitar una disparada mayor. El martes vendió US$ 119 millones; el miércoles, US$ 15 millones; el jueves, US$ 60 millones; y ayer, US$ 150 millones. La primera vez que Federico Sturzenegger había ordenado hacerlo fue el jueves 18 con US$ 41 millones.
El Banco Central vendió desde el jueves 18 de febrero US$ 235 millones, pero el peso se devaluó 3,10%.
En ocho días la máxima autoridad bancaria perdió US$ 385 millones para que el dólar sólo subiera 3,30%, es decir, desde los $ 15,13 hasta los $ 15,63. Desde la salida del “cepo”, el peso acumuló una devaluación del 58,84%. La principal variable económica, que impacta en la inflación, cerró ayer a $ 15,63 para la venta y $ 15,23 para la compra.
De todas maneras, el Banco Central cuenta con US$ 5.000 millones extras de un préstamo tomado a siete bancos extranjeros que deberá devolver en enero de 2017 con un interés anual del 6,7%, para hacer frente a la volatilidad del mercado financiero. Es que los exportadores atenuaron la liquidación de divisas mientras que los importadores aumentaron su demanda.
En lo que va del año, los exportadores agropecuarios aportaron US$ 3.715 millones al mercado cambiario.
Mientras tanto, el presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, participó junto al ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, de la reunión del G-20 que se realizó en la República Popular China. “El objetivo del Gobierno -se explicó en un comunicado oficial- es conseguir el apoyo de los países europeos a la negociación (con los fondos buitres) para salir definitivamente del default”.
La oferta argentina fue aceptada esta semana hasta por los fondos buitres liderados por Paul Singer. Cuando el Congreso derogue las leyes 26.017 Cerrojo y 26.985 de Pago Soberano para que el juez de Nueva York, Thomas Griesa, elimine el “stay”, el Banco Central perderá los US$ 2.500 millones del Fideicomiso del Banco Nación que esperan ser cobrados por los acreedores ya restructurados.