En momentos donde el dólar se escapa sin rumbo y la inflación hasta marzo de 2018 se eleva al 25,6 %, las góndolas de los supermercados muestran su peor cara con aumentos que alcanzaron un 70% durante el último año.
Es que es precisamente en estos establecimientos donde la inflación impacta de lleno y refleja su contenido ascendente. Claro está que no a todos los productos ni de la misma manera.
Según un relevamiento realizado por la consultora Focus Market -que relevó los precios desde abril de 2017 hasta el de este año- fueron las galletitas las que experimentaron las subas más fuertes. Con incrementos de 71,5% en los últimos doce meses, este segmento se llevó los precios más altos. Sólo en marzo pasado la suba fue del 15,6 por ciento.
Las alzas más significativas del último año.
Que las gaseosas se convirtieron en un bien casi suntuario no es novedad. Estas bebidas alcanzaron un 67,7% de aumento durante el último año.
La leche y la cerveza fueron los artículos que se ubicaron con aumentos que superaron el 50 por ciento. Es así que registraron subas de 54,9% y 51,6% respectivamente.
Otros que vieron trepar sus precios sideralmente fueron los yogures (43,6%), la yerba (40,7%) y el aceite (40,1%).
Pero también los productos del hogar registraron importantes subas. Entre ellos se encuentran el detergente para ropa (39%), papel higiénico (37%), productos para el cabello (36,7%) y los desodorantes (26,8%).
Los lácteos entre los más caros.
Entre los que menos incrementos registraron se encuentran las pastas frescas y el puré de tomate con 26,4% cada uno de ellos, el dulce de leche con un 26,5% y los alfajores con 26,6% de incremento.
Lo cierto es que esta carrera meteórica de los precios no termina y con las fluctuaciones económicas y políticas, los comerciantes le sacan punta a sus lápices para "dibujar" los futuros aumentos.