05 Septiembre de 2016 13:57
El frasco de caramelos Sugus, de todos los gustos y colores, siempre está lleno. Las jóvenes asesoras del jefe de Gabinete, Marcos Peña, se ocupan de que eso ocurra. Y el jefe de Gabinete es el que siempre los ofrece. A cada uno: desde la cúpula del radicalismo, que suele visitarlo cada martes, hasta sindicalistas, empresarios o diplomáticos que pasan por el primer piso de la Casa Rosada. Un símbolo de optimismo.
Macri y Peña, quien monitorea al equipo económico.
Peña es quien intenta imprimirle al Gobierno la sombra de la recuperación económica. Los colores de los Sugus acompañan su frecuente sonrisa. Junto a él, en las reuniones, lo acompañan los dos coordinadores económicos, Gustavo Lopetegui y Mario Quintana, quienes monitorean las políticas económicas. Cada uno tiene a su cargo una serie de ministerios y son quienes le informan al presidente, Mauricio Macri.
Hoy la economía, bajo la mira de la Casa Rosada, está en recesión pero en un proceso, lento aún, de recuperación. A diario, en la mesa de coordinación donde Macri repasa los temas de agenda con su “mesa chica” los índices desalentadores, aseguran, se estarían terminando. Al menos eso aseguran los miembros de esa mesa.
Y aportan dos datos a BigBang:
1. Subió al venta de autos usados un 22%. "Los autos siempre son la antesala de un crecimiento generalizado de la economía", desliza uno de los funcionarios.
2. También subió, un 20% aproximadamente, la compra de cemento. Este dato está relacionado directamente a la reactivación de la obra pública.
"Estábamos caminando al abismo, a un metro de distancia, pero no lo veíamos. Hoy se ve claramente, esa es la diferencia con la gestión anterior", describe, crudamente, uno de los ministros del equipo económico.
Los datos centrales de la economía que actualmente se manejan en la cúpula del poder macrista:
Inversiones
El primer dato, que suele repetir Peña es que están comprometidos más de 35.000 millones de dólares de inversión directa. Aunque en el Gobierno no tienen claro de qué manera comenzarán a gotear los dólares, realizan la cuenta en base a lo que distintas empresas, sumadas a los planes de inversión, podrían generar. Ponen como ejemplo las empresas se software pero también distintas multinacionales que exhibieron interés en el país, luego de años de desinversión. Desde japonesas a norteamericanas.
Macri asegura que hay millones de dólares comprometidos para inversión.
Acaso por ello, Macri estará en las próximas semanas en un foro de Fondos de Inversión: la estrategia económica del Gobierno está orientada al inversor. En el kirchnerismo era el consumo. Diferencias estratégicas. Paralelamente, el presidente viajará a New York. Allí también hay muchos inversores para convencer.
También en la Casa Rosada se entusiasman con el blanqueo: creen que cerca del 90% de aquellos que tienen dinero sin declarar se sumarán. Los números finales no están claros, pero acusan que ingresarán más de 20 mil millones de dólares “del colchón”.
Inflación
Otro tema central es la baja de la inflación. En la Casa Rosada aseguran que, si bien los datos oficiales de agosto estarán recién el 13 de septiembre, los datos preliminares arrojan una cifra cercana al 1%. “Es una tendencia irreversible”, afirma, tajante, uno de los funcionarios del área económica a BigBang. El cálculo, por supuesto, no incluye la suba de tarifas de gas. Pero sí el alza en el transporte.
El presidente habló de la inflación, a 100 días de comenzado su mandato.
Por ello, acaso, los funcionarios que asesoran a Macri repiten que para 2017 la inflación no trepará del 25% en un esquema decreciente a futuro. Esperanzas.
Obra pública
Otro punto central en el que se funda el optimismo de los funcionarios de la Casa Rosada se basa en el desarrollo de la obra pública. “A fin de año la economía ya despegó, y eso estará centrado en las obras”, aseguran las fuentes. Para poner números: afirman que ya en septiembre se invertirán más de 10 mil millones de pesos por mes hasta fin de año. Por áreas: unos cinco mil millones de Vialidad Nacional (rutas, puertos), unos tres mil millones de Interior (agua, cloacas y vivendas) y unos 2 mil millones de Energía.
La idea que manejan en el Gobierno es que en 2017 sean más de 20 mil millones mensuales en concepto de obra pública. Esperanzas.
La obra pública en Vialidad Nacional se mueve a un ritmo de $5.000 millones por mes.
“Nos costó arrancar, primero por la herencia recibida (el ministerio de Energía tenía deudas con cuatro países) y en segundo lugar hasta que terminamos las auditorías de la gestión anterior”, cuenta uno de los funcionarios. A pesar de ello, tanto Juan José Aranguren (Energía) como el área de Vivienda presentan fuertes subejecuciones. Esto es: hasta ahora invirtieron menos de lo que tenían presupuestado.
De este paquete de obra pública, habrá suculentos fondos para la Provincia de Buenos Aires, el desafío electoral más grande que tendrá el oficialismo el año que viene en las legislativas.
Campo
El cuarto punto central del plan macrista para salir de la dura coyuntura es el sector agrícola. Según plantean en la Casa Rosada, será el motor dinamizador de la economía.
El campo tendrá cosecha récord y será el gran motor, aseguran en la Casa Rosada.
“El agro será la puerta del crecimiento con récord de cosecha. El año pasado quedó sin sembrar un área equivalente a Uruguay”, cuentan en el Gobierno. Y agregan que el nivel de inversión será récord.
Crisis
A pesar de ello los funcionarios aceptan que es una etapa difícil. Y que “estamos en recesión” aún. En particular, además de criticar la herencia recibida del kirchnerismo, aseguran que el “efecto Brasil” complicó la industria pesada y metalmecánica, en particular las automotrices. Ocho de cada diez autos que se exportan son para Brasil. Esa demanda decreció un 20% entre julio del año pasado y julio de 2016.
La industria automotriz: golpeada duramente por la crisis de Brasil.
Esto, además, podría generar roces con los sindicatos. En especial, el poderoso SMATA, mientras la flamante CGT unificada busca carriles para establecer políticas con el Gobierno. En eso trabaja el ministro Jorge Triaca.
Además, de forma lateral, la construcción sufre. En el macrismo creen que el efecto del blanqueo mejorará esta situación y aportan un dato: en la Ciudad volvieron a crecer los pedidos de autorización para construcción. Una esperanza en el océano de malas noticias.
