Faltan sólo 40 días para la cancelación a los tenedores del Boden 2015 y el Gobierno deberá desembolsar 6.700 millones dólares. El rendimiento de los pagarés (su valor) se disparó un 11 por ciento en las últimas semanas por el aumento del Riesgo País y ahora, para para saldar el pago completo sin desmadrar las reservas del Banco Central, debería recurrir a una nueva emisión de deuda en el mercado local. Esto, en pocas palabras, significa que Argentina volverá a endeudarse para solventar sus gastos.
Según consignó Ámbito Financiero, el costo de emitir un nuevo bono duplicará o triplicará al valor de emisión actual de los países vecinos. Es decir: es posible un nuevo endeudamiento, aunque no sea negocio a largo plazo. Además, el Bonar 2024, el último bono emitido por el Gobierno, cerró ayer con un rendimiento del 11.17 anual en dólares, muy por encima del que tuvo la última semana. Beneficio para los ahorristas, perjuicio para el Estado.
El ministro de Economía deberá presentar hoy un listado de bienes embargables por los buitres en USA.
Los intentos por contener al dólar blue, que esta semana alcanzó su pico histórico de $16.04, también enrarecen la cancelación del bono. Y es que, en un intento por inyectar divisas internacionales en el mercado y reducir la especulación financiera, Axel Kicillof vendió a diario las láminas que estaban en manos de la ANSES y del BCRA del Boden 2015.
De este modo, la tenencia de dichos bonos, hasta ahora en manos del propio Gobierno, quedó atomizada en el sector privado y se desconoce cómo pretenden ser cobrados. Frente a esto, el ministro de Economía tomó en las últimas semanas la decisión de realizar recompras puntuales en el Mercado Abierto Electrónico. ¿Por qué? Cuantas más bonos queden en manos del Estado (o en empresas estatales), más fácil será la negociación de su liquidación.
Al Gobierno le cuesta liquidar el bono emitido en 2005 por Roberto Lavagna y Néstor Kirchner.
La incertidumbre internacional también condiciona al Palacio de Hacienda. En primer lugar, hoy se vence el plazo de la Argentina para presentarle al juez Thomas Griesa y a los “fondos buitres” el listado de bienes embargables del país en Estados Unidos. Y, aunque una incautación todavía no está en la mesa de negociación, la eventual ejecución se convirtió en la última victoria de los holdouts. Aún en el Gobierno recuerdan, no sin amargura, cuando la Fragata Libertad quedó “presa” en Ghana durante largos nueve meses.
Aunque casi la mitad de los bonos a liquidar el tres de octubre está en manos de tenedores locales, y su pago quedará dentro de bancos locales, la batalla con los buitres modificó las pretensiones de los ahorristas: ahora preguntan cómo y con qué podrán cobrar las utilidades obtenidas por la deuda que Néstor Kirchner y su por entonces ministro de Economía, Roberto Lavagna, lanzaron en 2005.