El Fondo Monetario Internacional (FMI) recomendó que para reducir la inflación debe haber una “moderación salarial”. Desde el Foro Económico Mundial de Davos, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, reiteró que este año no se incluirá la "cláusula gatillo" en las negociaciones paritarias. Además, el Fondo adelantó que este año la economía argentina podría crecer 2,5 por ciento menos que en 2017, producto del ajuste fiscal y económico.
Por medio de un reporte que lleva la firma del director del Departamento del Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, el FMI señaló que prevé una disminución en el crecimiento de la economía argentina “por la contención fiscal y monetaria", mientras que la inflación seguirá en baja - suponiendo que haya una moderación salarial -, y la reducción del déficit fiscal deberá contribuir a contener la apreciación del peso y el deterioro de la cuenta corriente.
Christine Lagarde junto al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el año pasado.
De esta manera, el Fondo volvió a condicionar el crecimiento de la economía a partir de negociaciones salariales a la baja o “moderadas”, como las denominaron en su reciente informe, donde analizan cuál debe ser el rol en las paritarias que comenzarán a debatirse a partir de las próximas semanas.
Para el FMI, “las negociaciones salariales van a ser muy importantes en los próximos meses para los precios y la inflación”. El organismo que preside Christine Lagarde prevé para la Argentina un 16 por ciento de inflación en 2018, un punto por encima de la previsión de la Casa Rosada, que fue modificada un día después de que fuera aprobado en el Congreso el Presupuesto, que la estimaba en diez por ciento.
Según el Fondo, la Argentina debe negociar con "moderación salarial" las paritarias.
En este contexto, el Gobierno acataría el planteo del FMI, con el objetivo de negociar lo que el Fondo señala como negociaciones “moderadas”. El ministro Dujovne insistió en que este año no se incorporará la cláusula gatillo en las negociaciones salariales, un elemento que este año resultó clave para evitar la pérdida de poder adquisitivo en los casos de sindicatos que arreglaron porcentajes menores a la inflación total de 2017.
De hecho, hay gremios que ahora cobrarán el porcentaje de diferencia entre el convenio firmado durante el año pasado y la diferencia con la inflación, que finalmente culminó en el orden del 24,8 por ciento. Para Dujovne, la cláusula tenía “un beneficio muy claro que era mirar para adelante y un costo que genera más inercia e indexación”. En los ministerios de Hacienda y Trabajo ya insistieron que este año no se utilizará esa herramienta, a pesar del rechazo que el anuncio provocó en los gremios.
El ministro de Hacienda ratificó que este año no habrá cláusula gatillo.
“Si pudiéramos ir quitándonos de encima la cláusula gatillo y de acuerdos nominales para más adelante creo que sería más fácil el proceso de desinflación porque quitaríamos la indexación de la economía”, agregó el ministro en declaraciones al diario Clarín.