En su primera charla con la prensa luego de la finalización del G-20, entre otros temas, Mauricio Macri se refirió a la apertura de la exportación de cerezas argentinas a China.
El mercado argentino de las cerezas crece pero pierde ante el chileno.
Este sería un aliciente importante para un sector que, si bien crece, aún continúa perdiendo competitividad en relación a Chile, el mayor vendedor de esa fruta en todo el mundo.
Así, en la última temporada, el vecino país exportó 180 mil toneladas de cereza, mientras que Argentina llegó a las 5.000.
De acuerdo con Aníbal Caminiti, director ejecutivo de la Cámara Argentina de Productores de Cerezas Integrados (CAPCI), "en Argentina no tenemos condiciones para exportar porque no somos competitivos".
"Esto afecta a todas las economías regionales, con altos costos internos, operativos e inflación que no permite expandir al sector", explicó en diálogo con La Mañana de Neuquén.
En ese sentido, por ejemplo, recientemente Perú desplazó a Argentina en la región en lo relativo a la exportación de arándanos.
El avance de Chile en Asia también tiene que ver con su usual hábito de generar una sobreoferta de cerezas que logra saturar el mercado disminuyendo aún más la competitividad argentina.
Agilizar la exportación
Para Caminiti, un gran paso para mejorar las perspectivas de la industria es brindarle a las provincias de Neuquén y Río Negro la posibilidad de "salir temprano al mercado a través del aeropuerto de Neuquén mediante envíos chárter".
Argentina tiene alrededor de 2300 hectáreas de cultivos de cerezos.
"Estamos lentos de reacción y por eso la realidad nos pasa por arriba. Tenemos una gran oportunidad por la capacidad de producción y calidad pero no se puede desarrollar por la realidad económica", agregó recordando que gran parte de las cerezas sale al exterior por el puerto chileno de Valparaíso.
Actualmente, Argentina tiene alrededor de 2.300 hectáreas de cultivos de cerezos, frente a las 3.000 de Chile. La industria local presenta un crecimiento de alrededor del 10 por ciento y el 80% de la producción -centrada casi en su totalidad en Neuquén y Río Negro- se exporta.
Y a pesar de la supremacía chilena, el volumen exportador argentino casi se duplicó en la última década. Así, en el 2008, se vendían 2.134 toneladas de cerezas, mientras que para 2017 se alcanzaron las 4.200 y para este año se estiman alrededor de 5.000.
En relación a las divisas provenientes de la venta, hace 10 años se percibían 7,5 millones de dólares y ahora ingresarían cerca de 21,5 millones.