El costo de la energía eléctrica trepó a principios de año un 18%, lo que se suma al 43% del año pasado. Esta suba no sólo modificó los hábitos de los usuarios que buscan achicar su gasto energético, sino que también abrió la puerta a opciones "antitarifazos" como lo son los sistemas prepagos de electricidad.
El medidor inteligente permitirá ver el consumo eléctrico día a día.
La distribuidora Edenor lanzó en 2006 el Medidor Integrado de Energía (MIDE) un sistema prepago que permite comprar electricidad y pagar por lo usado. Si bien su objetivo es el de disminuir las conexiones ilegales, esta propuesta se presenta hoy como una alternativa para controlar el gasto y no quedarse sin luz por "falta de pago".
"A doce años de su lanzamiento unos 72.000 hogares ya cuenta con este sistema prepago, todos ellos instalados en la mayoría de los municipios del Gran Buenos Aires, exceptuando San Isidro y la Capital Federal", explican desde Edenor. "Buscamos una solución que sea inclusiva por lo que no está pensado para los clientes que tienen una trayectoria de pago regular, aunque cualquiera lo podría solicitar", indican.
La recarga de electricidad es similar a las de las tarjetas telefónicas.
Lo cierto es que la compañía con esta opción no sólo le hace frente a las conexiones clandestinas, sino también a la morosidad en la que incurren quienes se ven apretados por los aumentos de tarifas.
El sistema es simple y aunque aún no haya usuarios porteños, cualquiera lo podría solicitar. Se trata de un medidor inteligente que es instalado en el hogar de una manera tan simple que ni siquiera es necesario romper nada.
Desde allí cada persona puede controlar el gasto que realiza y la energía disponible. Asimismo cuenta con una alarma que indica cuando se va a terminar el suministro eléctrico.
La carga también es muy simple, ya que sólo basta con concurrir a una terminal, al igual que se hace con el teléfono celular o con la Sube, y comprar el monto de energía que se quiera utilizar, cuyo mínimo deberá ser de 5 pesos.
El medidor cuenta con una alarma que avisará cuando la electricidad está por acabarse.
La terminal emite un ticket factura que cuenta con un código que se debe cargar al medidor para completar la carga.
La instalación que remplaza el tradicional medidor por el MIDE no tiene costo y en el caso de que en el lugar no haya tendido eléctrico se deberá colocar un monoposte y el correspondiente cable nuevo.
"Esto que parece una rareza se utiliza desde 1930 en Inglaterra y hay países enteros en los que sólo existe esta opción de servicio", explican desde Edenor.
Sin embargo, se puede observar que en los lugares donde se encuentra instalado el MIDE la necesidad de ahorro impera, dado que en el 90% de los casos esos usuarios cuentan con tarifa social o pagan la tarifa más barata.
A su vez se puede ver que desde que se implementó el nuevo régimen tarifario las instalaciones aumentaron un promedio del 10% en el universo de los 2.600.000 de clientes residenciales que tiene la compañía.
Actualmente hay un proyecto para comenzar con la instalación de estos medidores en la ciudad con una prueba en el asentamiento conocido como Villa Fraga. Esto podría ser el puntapié inicial para que esta modalidad sume adeptos, aunque desde Edenor presumen que los usuarios tradicionales no cambiarán de sistema, dado que "tendrían sus consumos controlados".
Hoy por hoy el 70% de los clientes residenciales consumen entre 250 y 350 kilowatts lo que equivale a un gasto promedio de $ 500, según fuentes del sector. Con el sistema MIDE, cada $ 100 se podrán cargar unos 80 KW.