La construcción, que es el termómetro de la economía, está en rojo: es que en los primeros seis meses del año acumuló una baja del 12,4% en relación con el mismo período del año pasado. Para peor, en la variación interanual de junio 2016 contra junio 2015, la caída se profundizó hasta el 19,6%. Sin embargo, el sector se esperanza con una inminente reactivación.
La actividad de la construcción cayó 12,4% en el primer semestre del año en relación al 2015.
Una de las consecuencias, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), fue la destrucción de empleo: 18.688 en los primeros cinco meses del año y 62.463 entre mayo 2016 y mayo 2015. Ahora, uno de los principales sectores laborales registra 389.125 trabajadores.
El presidente Mauricio Macri busca reactivar el sector de la construcción a través de la obra pública.
La recesión también provocó consecuencias indirectas en los sectores que dependen de la construcción. Por eso, cayó la demanda de insumos en los últimos doce meses, como artículos sanitarios de cerámica (28%), asfalto (27,6%), hierro redondo para hormigón (24,4%), pinturas para construcción (18,9%) y cemento Portland (18,6%).
¿Luz al final del túnel?
El 41,7% de los empresarios de la obra pública y el 21,7% de los de la obra privada proyectaron que la actividad aumentará durante el tercer trimestre, mientras que el 12,5% de los primeros y el 17,4% de los segundos respondieron que disminuirá ante la encuesta del Indec.
Los empresarios de la obra pública son más optimistas que los privados de cara al tercer trimestre.
Por eso, aseguraron que el Gobierno debería implementar las siguientes medidas para reactivar uno de los sectores más dinamizadores: créditos de la construcción (31,4% públicos y 33,7% privados), estabilidad de precios (29,1% y 25,8%) y créditos hipotecarios (21,7% y 16,3%).