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Dinero

La herencia de Cristina que Macri comenzó a cambiar

Cómo evolucionaron las principales variables económicas en pocos días: dólar, reservas, inflación. Del modelo K al modelo M que recién empieza. Lo que viene.

02 Enero de 2016 12:48
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Dólar, reservas, inflación. A pesar de un año cargado de elecciones, 2015 fue un año caliente por la economía, tanto que el kirchnerismo planteó las PASO, generales y balotaje en términos de confrontar “dos modelos de país”. Quizás porque la economía ha estado estancada en los últimos cuatro años, es decir, durante el segundo período de Cristina Kirchner, la mayoría de los argentinos se animó a darle una oportunidad a Mauricio Macri.

“Modelo nacional y popular”: Cristina dejó el gobierno con bajo desempleo oficial, pero alta inflación paralela.

Mientras la presidenta afirmaba “no tener pruebas, pero no tener dudas” sobre la muerte del fiscal de la Causa AMIA, Alberto Nisman, lo único cierto hasta ahora es que el Banco Central perdía reservas todos los días. Entre el 1 de enero y el 10 de diciembre, la máxima autoridad bancaria, administrada por Alejandro Vanoli, perdió US$ 6.475 millones.

Si bien el Banco Central debió hacer frente el 5 de octubre a los US$ 5.600 millones del Boden 2015, el Gobierno eligió perder reservas todas las semanas por atrasar el dólar para contener la inflación en el año que se confrontaban los “dos modelos de país”.

Sin reservas: el Banco Central perdió en 2015 casi US$ 6.500 millones con el kirchnerismo.

Entre enero y octubre (último dato disponible), el Gobierno devaluó 11,55 % (de $ 8,57 a $ 9,56) mientras que los precios se aceleraron 11,9 % para el Indec o 20,4 % para el Congreso. Entre el 1 de enero y el 5 de octubre, cuando venció el Boden 2015, el Banco Central había recuperado US$ 1.125 millones a fuerza, sin embargo, de recibir el equivalente de yuanes del Banco Central chino por US$ 9.500 millones.

Cristina Kirchner dejó el 10 de diciembre la Casa Rosada con un dólar atrasado a pesar de una devaluación del 13 %, una inflación de más del 20 % a pesar de la intervención del Indec y un Banco Central con cada vez menos reservas a pesar del swap chino. En el mismo período, el dólar “blue”, otra de las herencias, se movió entre el 51 % y 61 % por encima del oficial. Finalmente, entonces, la mayoría de los argentinos decidió que el 10 de diciembre fuera el tiempo de un “cambio”.

El otro “modelo”

El otro “modelo”: Mauricio Macri devaluó 34 % en la primera semana de su gestión.

En sus primeros veintidós días, el presidente electo, Mauricio Macri, debutó en la Casa Rosada con varios decretos. Primero eliminó la mayoría de las retenciones agropecuarias e industriales. Sólo dejó en 30 % el derecho a la exportación de la soja. Luego, anunció el fin del “cepo” cambiario. Y, por eso, el dólar oficial saltó el 17 de diciembre desde $ 9,84 hacia $ 14,20. Luego bajó a $ 13,30 en el Banco Nación. En total, el peso se devaluó 35 % en los primeros días de Cambiemos en el poder.

Así, el Banco Central comenzó a recuperar reservas, US$ 1.420 millones totales desde la devaluación, y a achicar la brecha con el dólar “blue”, ahora de sólo 6 %, con el peligro, claro, de recalentar la inflación, que, según el ministro de Hacienda y Finanzaas, Alfonso Prat-Gay cerró diciembre en 3,5 %. La inflación, deberá ser, entonces, una prioridad en el nuevo “modelo” económico.

Herencia K: Mauricio Macri eliminó retenciones agropecuarias e industriales para mejorar la competitividad.

El Gobierno buscó tentar a las cerealeras para que liquiden productos retenidos por US$ 6.000 millones y a las multinacionales para que reinviertan sus ganancias en el país. Y mientras espera que el BID comience a financiar obras por US$ 1.250 millones anuales hasta 2019, el Banco Central ya convirtió ¥ 20.000 millones en US$ 3.086 millones para generar más liquidez en sus reservas.

Pero no todos son globos en Cambiemos: mientras la devaluación les hizo ganar $ 60.000 millones al selecto grupo empresario de exportadores cerealeros, Mauricio Macri decidió “compensar” a los que menos tienen con $ 4.000 millones, es decir, un bono de sólo $ 400 para 5,7 millones de jubilados y pensionados y 3,6 millones niños de la Asignación Universal por Hijo (AUH). 2016 será, entonces, tiempo de comparar los “dos modelos” en juego al calor de la economía.