Los precios al consumidor (IPC) subieron 3,9% en agosto de 2018 respecto de julio y acumularon un alza de 24,3% desde enero, informó esta tarde el Indec, lo que confirma la aceleración inflacionaria en la que ingresó la economía argentina desde la crisis cambiaria que se inició en abril último.
El 3,9% de agosto es el registro más alto en lo que va del año, pero seguramente perderá esa condición el mes próximo, ya que las consultoras hablan de un piso del 5 por ciento.
En julio pasado, el organismo informó que los precios tuvieron una suba generalizada del 3,1% y acumularon en siete meses un alza del 19,6%, por encima de las proyecciones que a principios de año había realizado el Gobierno.
Para septiembre las consultoras esperan aún un número mayor como consecuencia de la devaluación de agosto, cuando el peso argentino se depreció un 36 por ciento.
La devaluación y la inflación generan una pérdida de la capacidad de compra de los consumidores. Para el Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), organismo dependiente de la Universidad para la Educación y el Trabajo (UMET), el poder adquisitivo se encuentra en su peor momento desde el 2010.
Para fin de años se espera una inflación del 42 por ciento.
Con el nuevo dato de agosto, el incremento de precios ya acumula un crecimiento interanual del 34,4 por ciento, mientras que las estimaciones oficiales y privadas calculan un alza del 42 por ciento en el año.
El incremento mayo se registró en el rubro comunicación con un 12,4%, impulsado por los incrementos otorgados en los planes de telefonía celular, fija e internet.
Los otros aumentos más significativos se registraron en vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, rubro que escaló hasta un 6,2 por ciento, y en alimentos y bebidas no alcohólicas, que incrementaron un 4 por ciento.
Respecto a diciembre de 2017, los alimentos arrojaron un aumento del 26,8 por ciento y los servicios, un 24,5 por ciento.