Durante todo el mes de enero, la Federación Nacional de Inquilinos instrumentó una encuesta online que fue respondida por 19 mil personas y arrojó datos reveladores.
Casi ocho de cada 10 inquilinos piensan que nunca serán propietarios.
Así, los datos señalan que -en promedio- los inquilinos destinan el 41 por ciento de sus ingresos a pagar el alquiler, sin incluir las expensas. Mientras tanto, un 70 por ciento de ellos creen que jamás podrán ser propietarios.
De acuerdo al informe, mientras tanto, la principal preocupación de las personas que abonan alquileres es el precio mensual (87 por ciento), seguido por los requisitos económicos para ingresar (61 por ciento), la comisión inmobiliaria (59 por ciento) y las garantías (45 por ciento).
El estudio también subraya que la cantidad de inquilinos en Argentina aumentó un 11 por ciento en los últimos 17 años. En ese sentido, los hogares alquilados representan el 17 por ciento del total. Ese porcentaje se eleva en ciudades como Buenos Aires (38 por ciento), Ushuaia (34 por ciento) y Río Gallegos (30 por ciento).
El peso de los requisitos
En relación a los requisitos solicitados al momento de alquilar, una cuarta parte de los encuestados -y, concretamente, un 28 por ciento de las mujeres- aseguró haber tenido dificultades a causa de sus hijos.
La mayorías de los inquilinos busca evitar las inmobiliarias.
Sólo el 63 por ciento, mientras tanto, alquila su hogar directamente al dueño, modalidad que sin embargo crece según el informe "como respuesta a una intermediación abusiva e injusta".
El rol del Estado en ese ámbito fue duramente criticado por las personas relevadas: un abrumador 97 por ciento afirmó que "no hay control desde los organismos públicos sobre el cumplimiento de las leyes que regulan la actividad inmobiliaria" y el 92 por ciento percibió que "el Gobierno nacional no tiene iniciativas para que las relaciones contractuales sean más justas".
Situación grave
"La elaboración de este informe es un hecho inédito para el sector, ya que no hay mediciones oficiales acerca de la problemática del alquiler de vivienda", apuntó la Federación de Inquilinos.
De acuerdo al texto, más allá de las sumas que las familias se ven obligadas a pagar mensualmente, la situación se agrava paralelamente por la obligación de ahorrar "para hacer frente a las renovaciones bimestrales y actualizaciones de depósitos".
Como consecuencia, incluso los hogares con ingresos medios "ven como posibilidad muy lejana acceder a una casa propia", por lo cual ser inquilino "no es un estado por el que pasan los jóvenes, sino una característica que se extiende a lo largo de la vida".