La carrera alcista que tomó el dólar en las últimas semanas generó una verdadera corrida cambiaria que preocupa a los argentinos. Con la moneda estadounidense en $ 23, 30 el temor por el traslado de este aumento a precios genera incertidumbre y dejan muy lejos a la meta de inflación.
Es así que una combinación de factores externos con un endeble escenario económico local hicieron que esta semana el peso fuera una de las monedas más devaluadas de la región.
La suba del dólar y su traslado a los precios preocupa a los argentinos.
Pero quien poco maneja de variables económicas sólo puede ver una catástrofe cuyas causas desconoce. Para ellos, un breve repaso sobre cómo se llegó a un jueves récord.
28D: Todo comenzó ese 28 de diciembre de 2017, cuando el Gobierno dio a conocer el recálculo de su meta inflacionaria, ubicándola en un 15% para finales de 2018. Allí el alineamiento del Banco Central para mantener a rajatabla la inflación, comenzó a generar incertidumbre en los mercados.
Impuesto a la renta financiera: la implementación del tributo de 5% sobre tenencias extranjeras de Lebac, generó una fuerte salida de capitales financieros, a partir del 25 de abril. Todos esos actores se volcaron masivamente al dólar generando un fuerte demanda.
Escenario político: el ajuste tarifario en los servicios públicos generó un humor social negativo que desestabiliza al gobierno de Cambiemos, provocando aún mayor incertidumbre en los mercados.
Sequía: los agroexportadores liquidaron algo más de US$ 6.000 millones, un 10% por debajo del promedio.Esto se traduce en menos dólares en el mercado.
Endeudamiento externo: el gobierno salió en búsqueda de más deuda para así paliar el déficit fiscal, mostrando una falta de control sobre el mismo.
Tasas estadounidenses: la Reserva Federal (Fed) implementó una suba de su tasa de interés en un 3% para el bono a 10 años, lo que significará para la Argentina un mayor endeudamiento, perjudicando a los países emergentes.
Subasta de deuda: El gobierno norteamericano prevé un aumento de las subastas de deuda en los próximos meses para recaudar más dinero, mientras la Reserva Federal reduce sus compras de deuda pública.Esto significa que los inversores se volcarán hacia estos títulos dejando de lado los de los países emergentes.