El cambio de hábitos de los consumidores ante el avance de los precios abarca también la diversificación de los medios de pagos y la búsqueda de descuentos. Debido a ello en el último año se dió un notorio incremento en la solicitud de tarjetas no bancarias, pertenecientes a supermercados y retails.
La emisisióm de plásticos propios de los supermercados en alza, tras la crisis.
La compra con tarjeta de crédito en cuotas sin interés en materia de alimentos es casi nula en los supermercados. Sólo en aquellos casos donde lanzan promociones especiales estos comercios se abren a la venta en cuotas para segmentos como bazar, textil y electro.
Aunque los usuarios son reticentes a pagar el interés que implica el pago en cuotas con créditos, pero teniendo en contra el aumento constante de precios, los clientes se lanzaron masivamente a adoptar las tarjetas propias que lanzan los supermercados.
Cada vez son más los clientes que buscan las tarjetas para obtener descuentos o financiar parte de sus compras.
Estos productos ofrecen diversos descuentos, que pueden alcanzar hasta un 20% o un 40% en la compra de una segunda unidad. Todos tienen su tarjeta algunas sólo de descuentos y otras de crédito, donde se cobra una tasa de interés por dicha financiación.
La búsqueda de promociones es tan importante que "siguen ganando terreno y en julio representaron 25% del gasto realizado por los hogares en las cadenas, valor que en julio del año pasado representaba a el 21%”, indicaron desde la consultora KantarWorldpanel.
La necesidad de estirar el salario inclina a los usuarios a buscar diferentes métodos de ahorro.
Según indican desde el Banco Central las emisiones de tarjetas de crédito en general se incrementaron un 12% entre diciembre de 2014 y marzo de este año, llegando a 34.883.776 pásticos. Esto habla a las claras de la necesidad de financiamiento de los consumidores.
Si bien con la mayoría de las tarjetas propias de los supermercados aún no se puede financiar la compra de alimentos, muchos clientes apelan a este medio para obtener crédito y cuotas en la compra de artículos electrónicos y de línea blanca.
La emisión de tarjetas de crédito se incrementó un 12 por ciento.
Cencosud, el grupo chileno que agrupa Jumbo, Disco, Vea, Easy, Blaisten, tiene su propia tarjeta de nombre homónimo, donde ofrece descuentos y cuotas en días especiales.
Los supermercados COTO, además de contar con su tarjeta de descuentos Comunidad Coto, tiene la de crédito TCI. El plástico ofrece la posibilidad de comprar todos los días en cuotas con o sin interés dependiendo de las promociones vigentes, además podes financiar el saldo del resumen de cuenta.
La tarjeta ofrecida por Coto tiene promociones acotadas a días y productos.
El aumento de este tipo de tarjetas es un fiel reflejo de la necesidad de contar con financiamiento. Tal es así que, la cadena de supermercado Carrefour tiene hoy unos 20.000 nuevos clientes de su tarjeta por mes, cuando hace cuatro años esa cifra se reducía a 7.000 mensuales.
"Nuestro crecimiento está vinculado principalmente a la estrategia de Carrefour y al impulso que le estamos dando con las acciones promocionales y publicitarias", indican desde la cadena de origen francés. "La participación de la tarjeta es de más del 12% y la tercera parte de los productos electrónicos se venden con dicha tarjeta". La empresa en la actualidad tiene activos 550.000 clientes.
El supermercado de conveniencia Día % también cuenta con esta herramienta financiera. Allí se puede comprar en hasta dos cuotas sin interés productos alimenticios, además de ofrecer descuentos en días especiales.
La disputa con las tarjetas de crédito
Si bien los supermercados aceptan otros medios de pago, como las tarjetas de crédito tradicionales, no pueden ofrecer con ellas cuotas para financiar este consumo, porque los coloca en mucha desventaja comercial.
Las condiciones de las tarjetas de crédito le generan pérdidas a los supermercados.
Según informan desde la Asociación de Supermercados Unidos (ASU) los proveedores de tarjetas imponen condiciones de manera unilateral y sin competencia alguna, lo que hace que haya altas tasas de interés, que se cobren comisiones sobre los intereses y que se traslade el riesgo de litigiosidad de los proveedores de tarjetas a los comercios y a los proveedores de servicios.
A su vez indican que en cuanto a los plazos de acreditación, para el caso de la compra en una cuota, el plazo es de 25 días hábiles, y para el caso de dos o más cuotas, el plazo es de 48 horas hábiles lo que incorpora un costo financiero adicional para el comercio.