La inflación de marzo fue algo más elevada que la esperada por el Gobierno. La suba del 2,4% en los precios minoristas del último mes, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) superó incluso a los números de los encuestadores privados.
La suba de precios en el primer trimestre alcanzó el 6,2%.
En total, el primer trimestre registró un aumento de la inflación del 6,2% compuesto por las subas de enero (1,3%), febrero (2,5%) y marzo (2,4%). De esta forma el gobierno alcanzó ya un tercio de la meta inflacionaria que anunció para este año: 18 por ciento.
El índice de precios sufrió una suba mayor a la estimada debido a la influencia de los rubros alimentos y bebidas, los aumentos en la educación privada y en las tarifas de electricidad y los peajes en el área metropolitana. Este combo generó una pequeña distorsión entre lo proyectado y el número final, pese a que el primer trimestre de cada año suele arrojar números elevados por la influencia de los servicios en sus índices.
Bienes
Los alimentos como frutas y verduras -representan 61,5 por ciento de la canasta- sufrieron en marzo un aumento de 2,6%, lo que aportó una suba del 1,04 puntos del 2,4 final registrado. Los productos que más subieron son los siguientes:
Carnes: 5%
Panificados: 2,8%
Lácteos: 2,5%
Verduras: 7,7%
El rubro “Vivienda y servicios básicos” registró un incremento del 2,2 debido a las subas en las tarifas eléctricas y las expensas de los edificios.
En tanto “Transporte y telecomunicaciones” se vio afectado por la suba de los peajes en las autopistas metropolitana de la Ciudad y se incrementó en 1,2 por ciento.
El aumento en los peajes influyó en la inflación de marzo.
En cuanto a Educación el alza rondó el 5,6%, impulsada por una suba en las cuotas de los colegios y universidades privadas del 6,7 por ciento. Además se registraron aumentos del 1,4 por ciento en los elementos de artículos escolares.
A estos últimos debe sumarse las alzas en el rubro indumentaria, que alcanzaron el 4,8 por ciento. Este aumento representa 0,38 puntos de los 2,4 finales de marzo.
La indumentaria subió un 4,8 por ciento.
En este contexto, si la estimación inflacionaria del 18 por ciento que planteó el Gobierno para 2017 fuese un tanque de combustible, el Gobierno ya consumió un tercio. Por eso deberá ajustar las cifras para no pasar sobresaltos a fin de año. Para ello comenzó a tomar medidas: el Banco Central elevó las tasas de interés, que pasaron de 24,75% a 26,25% anual. El problema es que la medida podría acentuar la caída del dólar e impactar negativamente en la actividad económica.