Las terminales automotrices buscarán paliar el efecto inflacionario y la devaluación de la moneda local, con una suba del 8% en el precio de los vehiculos cero kilómetro. De ese modo en el mercado argentino sólo contará con dos modelos por debajo de los 200.000 pesos, aunque desde las terminales no aclararon aún de cuáles se trataría.
Entre diciembre y marzo el peso anotó una depreciación del 55% y la inflación se aceleró, según las consultoras privadas, hasta el 12% desde noviembre. A eso se suma que los importadores realizaron un ajuste de precios del 16%, por lo que las terminales locales buscan amortizar esa diferencia.
Los fabricantes locales utilizan un 65% de componentes importados.
Los vehículos que se fabrican localmente conllevan hasta un 65% de componente importado y un gravamen de 45% en materia de impuestos, lo que incide sobre el valor final de una unidad.
Por su lado, las concesionarias también se ven impactadas por el incremento generalizado en las tarifas de servicios (electricidad, agua y gas, entre otros) y las subas salariales a las que deben hacer frente en los próximos meses, lo que afecta a la rentabilidad de sus negocios, por lo que ellos también deberán incrementar los precios.
El Gobierno hará su parte para tratar de reactivar las alicaídas ventas del sector, tras la disminución de las compras desde Brasil. Para ello instaurará un plan de financiación de autos 0 KM a tasas por debajo de las que el mercado ofrece en la actualidad y a mejores plazos.
Sólo habrá dos modelos por debajo de los $ 200.000.
Es así que, si se impulsan las ventas la demanda de unidades pondrá a los fabricantes a trabajar a un ritmo mayor en las plantas locales existentes en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, generando un círculo virtuoso industrial y comercial.