La reorganización tarifaria que encabezó Juan José Aranguren desde el Ministerio de Energía, le permitió al Gobierno ahorrar unos $79.866 millones en comparación con 2016. Casualmente, esa cifra se acerca a los US$5.436,20 millones que el Banco Central debió gastar para mantener el dólar a raja tabla.
El gobierno decidió asumir el costo de la inflación por la suba de tarifas.
Los tarifazos de luz, agua y gas que se implementaron desde principios de 2017 le permitieron ahorrar al Gobierno uno 38.8% más que el año anterior, a raíz de la suspensión paulatina de los subsidios.
"El ahorro fiscal via suba de tarifas y baja de subsidios genera un ahorro a costa del consumidor, del cual se hace cargo el sector privado", destaca el economista y director de EstudioEcoGo Federico Furiase.
Claramente, esos tarifazos generan una presión en la inflación, una presión que por ahora el Gobierno no busca contener. Pero para darse ese lujo lo que si debe "mantener en caja" es la presión cambiaria, la cual se vio alterada fuertemente en la última semana.
Desde que se alineó con el gobierno el Central lleva vendidos US$ 4.536,20 millones.
El Banco Central tuvo que salir a ponerle un freno al dólar esta semana vendiendo unos US$ 2.000 millones para contener a la divisa estadounidense, dada la inestabilidad de los mercados internacionales. La suba persistente de la tasa de interés del Bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años, que se ubicó en 3,03 % hizo temblar a los mercados.
Es así que la depreciación del peso argentino se dio en paralelo con el de las monedas de la región frente al dólar. Ayer la entidad financiera pudo ponerle un freno y dejarlo en $ 20.55, pero hoy la divisa se disparó alcanzando los $ 20,84, en las principales casa de cambio y bancos porteños, pese a que se desembolsaron US$ 900 millones más.
El dólar en el Banco Nación.
Las ventas del Central son récord, si se tiene en cuenta que desde que empezó a intervenir en el mercado cambiario, ya lleva vendidos poco más de US$ 5.400 millones.
Estas acciones de la entidad que dirige Federico Sturzenegger acompañan la decisión tomada por el Gobierno del 28 de diciembre pasado donde se anunció el diferimiento de la meta de inflación de largo plazo (5% anual) al año 2020, y nuevas metas intermedias de 15% para 2018 y 10% para 2019. Ese sendero es ahora el objetivo de la política monetaria del Banco Central.
En diciembre pasado el Gobierno estableció su nueva meta inflacionaria.
"No hay que buscar más vueltas. Ahí empezó la desconfianza, se aceleró la inflación y la devaluación. A partir de febrero se fue complicando el mundo con tasas más altas y eso impactó localmente. Gran parte de lo que pasa hoy fue autoinflingido", concluye por su parte el economista Diego Martínez Burzaco, Director de MB Inversiones.
"El Gobierno busca mostrar que la inflación baja a pesar de la suba de tarifas", remarca Furiase. "Quieren mostrar una inflación bajando a partir de mayo. Para contener el dólar se venden reservas o se tocan las tasas. A partir de ayer comenzó a tocar la tasa de lebac hacia arriba para contribuir a esa contención".
La tasa de interés que pagan las Letras del Banco Central registró ayer un alza moderada, llegando a 27,3%. Este jueves las mismas se dispararon a 28,76 por ciento.
Recorrido del dólar durante el año.
Por su parte, el analista financiero Claudio Zuchovicki destacó algunos ejes esenciales de la intervención del BCRA en la actual dinámica cambiaria:
El Central ganó mucha plata y no está perdiendo dinero con las ventas realizadas, ya que está a veinte y monedas lo que compró a $ 17 y nadie quería y la entidad sostenía.
La suba de tarifas es una decisión política más que económica, y genera inflación. Si además el dólar se escapa la inflación sería más grave, por eso sale a intervenir.
Si el dólar se escapa va a ser más difícil cerrar las paritarias, que son un gasto que debe asumir el Estado.
El Estado va a ganar plata porque si la inflación es del 20% y los salarios quedan mas cerca del 15%, esos cinco puntos son un ahorro que van a obtener.