por Lorena Guarino
01 Noviembre de 2017 14:36A sólo un un día de que el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne anuncie su proyecto de reforma tributaria donde se implementaría una suba a los impuestos internos en gaseosas azucaradas y bebidas alcohólicas, los consumidores se volcaron a las grandes cadenas de supermercados para hacerse de un "stock sin remarcación".
El acopio antes del aumento como una tendencia que crece.
Sucede que hoy las gaseosas azucaradas pagan entre un 4% y un 8% de impuestos y se prevé que ese gravamen podría ascender a un 17%. Algo similar ocurriría con el whisky, coñac y bebidas blancas que tributarían hasta un 29%, es decir 9 puntos más que en la actualidad. Las cervezas, por su parte, que hoy pagan 8% de impuestos internos ascenderían al 17%.
Asimismo, los espumantes, que hasta ahora estaban exceptuados también deberían tributar un porcentaje similar.
Las bebidas no alcohólicas hasta ahora pagaban entre un 4% y 8 % de impuestos tributarán también hasta un 17 por ciento.
Si bien aún se debe esperar que este proyecto se convierta en ley, y ver cuál es la progresión y gradualidad en la que esos impuestos afectarán en el precio final del producto, la sola sugerencia de un "aumento" impacta la psicología de los consumidores.
Los incrementos en el impuesto al alcohol llegarían al 17%.
Es así que, fuentes de una cadena multinacional de supermercados indicaron que en los últimos días, vieron una afluencia de compradores que se inclinaron a acopiar esta categoría de productos, congelando los precios de cara a las fiestas de fin de año. "La repetición en el tiempo de unidades de un ítem clave es lo que determina el stockeo", explican.
"Este comportamiento es habitual ante la posibilidad de un aumento", explica Miguel Calvete, presidente del Instituto de Estudios de Consumo Masivo, INDECOM. "Se está hablando de la posibilidad de un aumento de precio final de 15 puntos", remarca y aclara que va a ser clave lo que suceda con las ventas esta semana para poder evaluar el efecto que causó el anuncio.
Muchos stockean de cara a las fiestas de fin de año.
Wenceslao Bonelli, es uno de los tantos consumidores que temen por el aumento de precio de espumantes y vinos. Pero su temor no está basado en el gusto por el alcohol, sino en que en marzo debe casarse y quiere evitar que esta modificación que impulsará el Gobierno engorden aún más su presupuesto de bodas.
"El stockeo da una sensación momentánea de haberle ganado al aumento. Pero ¿cuánto puede acopiar una familia?", se pregunta Calvete. "Quienes si se van a ver beneficiados son los restaurantes y comercios que podrán stockear y sacar mejor rentabilidad", concluyen.