23 Julio de 2018 12:42
La crisis de consumo también llegó a los albergues transitorios que vieron caer la afluencia de clientes en un 20 por ciento. Debido a ello los dueños de estos establecimientos apelan a una nueva estrategia: la admisión de tríos y parejas swingers.
Los dueños de los albergues dicen haber perdido más del 60% de rentabilidad.
En la Federación Argentina de Hoteles de Alojamiento por Hora no sólo se quejan de la caída de clientes sino también del aumento de entre el 300 y 500 por ciento de los servicios, lo que pone en jaque la rentabilidad de esta actividad que ya superó el 60% de pérdidas y generó el cierre de 50 hoteles.
El titular de este organismo José Capelo indicó a Clarín que el 90% de los clientes demandan tanto el ingreso de tres personas como la posibilidad de compartir la habitación con otra pareja.
Esta posibilidad actualmente está restringida por el código de “Habilitaciones y verificaciones“, promulgado en 1978. Sucede que en ese momento los alojamientos eran considerados como el espacio de realizar “actividades que no son honorables ni reconocidamente útiles, cuyo ejercicio, en caso de ser habilitado por la Municipalidad, con sujeción a ciertas reglas y condiciones, no tiene derechos adquiridos”.
Los clientes demandan la entrada con más de una personas.
La única modificación que se realizó sobre esa ley data de 1997, cuando bajo el gobierno de Fernando de la Rúa, se aprobó el ingreso de personas del mismo sexo a estos alojamientos.
Por este motivo, el legislador porteño por GEN Sergio Abrevaya presentó un proyecto de ley sobre estos establecimientos donde una de las modificaciones será eliminar la restricción de capacidad de las personas en las habilitaciones: "La cantidad de personas debería adecuarse al espacio mínimo de la habitación, y no limitarla a dos personas sin considerar las cuestiones espaciales de las habilitaciones".
De aprobarse la nueva ley sería en el último trimestre del año.
Para Capelo la sanción de una nueva ley podría “transparentar lo que vive la sociedad, con naturalidad. No tiene sentido que siga siendo un mito o una sombra. Aspiramos a ser una actividad más, como cualquier otra, todo dentro del marco regulado necesario. La ley trata de equiparar situaciones, equipararnos con otras actividades. Hoy en día no podemos tener un lugar donde los clientes pueden esperar a sus parejas. Tienen que hacerlo afuera, según la ley”, resalta. De ser aprobada esta modificación sería en octubre y noviembre próximo, según estima Abrevaya.