El ideal de belleza tiene diferentes parámetros según las distintas poblaciones de las que podríamos estar hablando; y la “atractividad” es una característica que demuestra ser cada vez más importante.
Varios estudios han demostrado que personas más “bellas” acceden a mejores posiciones laborales, tienen mejores remuneraciones para un mismo puesto, o son mejores vendedoras o vendedores.
Existe la idea que los humanos contamos con al menos cuatro tipos de capital:
Económico: la cantidad de dinero, bienes, etc.
Social: la red de relaciones que tiene una persona
Cultural: los conocimientos que un individuo ha adquirido
Capital de belleza (o erótico): qué tan “atractiva” resulta una persona para los otros
Un ejemplo de alto capital de belleza: la pareja de Brad Pitt y Angelina Jolie.
Angelina y su hermoso rostro según la proporción de Fibonacci
Hace un tiempo, una paciente muy bella me comentó: “... entonces, los counters del vuelo estaban cerrados, y yo estaba desesperada por ubicar dónde había un pibe que me dejara pasar, ¡y eran todas minas!”. La mujer estaba segura de que su capacidad de convencimiento sobre un hombre era infinitamente superior que sobre una mujer.
Ahora bien, ¿qué proporciones caracterizan a la belleza? Un descubrimiento muy interesante de los últimos años estableció que determinadas relaciones entre distintas áreas de la cara forman parte de la belleza. Por ejemplo: en el volumen de los labios, la proporción entre el superior y el inferior es aproximadamente 40% y 60 %; la distancia entre las cejas se compara con la longitud de la mismas; y también se mide la distancia entre la punta de la nariz y los labios o el mentón. Todas estas relaciones se dan a través de una constante, la denominada proporción áurea o número de Fibonacci: phi=1.618.
Esta fórmula se aplica en gran parte de la naturaleza: es la forma en que se disponen las hojas en una planta, los pétalos de las flores, las nubes en un tornado, y también gobierna la belleza facial, ¡tanto en hombres como en mujeres!
Por su simetría facial, Florence Colgate es la mujer más linda del mundo.
Así se han desarrollado modelos matemáticos de la belleza en el rostro, y así también los médicos de la estética utilizan un calibre que les permite determinar hasta dónde hacer un relleno pomular, o cuánto acido hialurónico inyectar en un labio.
En definitiva, no sabemos con exactitud hasta dónde las matemáticas gobiernan el mundo, pero parece estar muy claro que, al menos en la belleza, ¡están cada vez están más involucradas!
Dr. Sergio Escobar
Médico Especialista en Dermatología, UBA
Miembro de la American Academy of Dermatology, Estados Unidos, y de la Sociedad Argentina de Dermatología.
Miembro facultativo del International Course for Aging Skin, Francia
Cosmetic Dermatology Award, Europe