Según investigaciones recientes el 40 por ciento de la vida cotidiana está gobernada por los hábitos y, aunque parezca exagerado, así lo afirma Gretchen Rubin, autora de libros cómo Objetivo Felicidad y Better than before (mejor que antes) Best Sellers ambos. Los hábitos “conforman la arquitectura invisible de la vida cotidiana”, afirma la autora al Diario El País, “si los hábitos te funcionan, es más probable que seas feliz y productivo”.
Rubin sostiene que los hábitos te liberan de tener que tomar decisiones a cada momento, algo muy útil en este mundo plagado de encrucijadas. ¿Cómo lograr hábitos saludables en tres simple pasos y conseguir los objetivos? ¡Anotá!
#1 Conocete a vos mismo
Conocete.
Para que puedas crear un hábito, debés saber cómo sos, porque es muy difícil que puedas crear un hábito si va en contra de quien sos. Si te cuesta mucho levantarte temprano, no te propongas salir a correr por la mañana, te vas a frustrar. Según Rubin, hay cuatro grupos de personas según reccionan a sus hábitos:
Mantenedores: Son aquellos que están siempre listos para responder a las expectativas. Cuando se levantan por la mañana piensan: ¿qué tengo en mi lista de asuntos para resolver hoy?
Inquisidores o preguntones: Ponen en tela de juicio todas las expectativas y cumplirán con ellas solo si creen que están suficientemente justificadas. Cuando se levantan, se preguntan: ¿qué necesito hacer hoy, y por qué?
Complacientes: Responden rápidamente a las expectativas que vienen de afuera, pero tienen más dificultades en cumplir con las expectativas internas. Cuando empiezan el día piensan: ¿qué debo hacer hoy?
Rebeldes: Se esfuerzan en resistirse a todas las expectativas. Rechazan cualquier forma de control y disfrutan obviando las reglas. Cuando se despiertan se preguntan: ¿qué quiero hacer hoy?
#2 Los 4 pilares de los hábitos
¡Planificá!
Conocerse a uno mismo lleva toda la vida, pero es fundamental que lo hagas sin intentar copiar los hábitos de otros. Según Rubin, hay 4 pilares en los que se apoyan los buenos hábitos:
Monitorizar: La monitorización (de lo que comés, el ejercicio que hacés y la cantidad de horas que usás las redes sociales, por ejemplo) trae aparejada más conciencia, y la conciencia permite el control y reduce el autoengaño.
Sentar las bases: Habitualmente se comienza la casa por el techo. Los aspectos básicos que sientan las bases de una vida mejor son, de acuerdo con Rubin: el sueño; el ejercicio; la alimentación saludable y, en cuarto lugar, el orden. A partir de ahí llega todo lo demás.
Planificar: La planificación automatiza las actividades, lo que contribuye a solidificar los hábitos (a menos que seas rebelde, entonces la planificación no es lo tuyo).
Tomar responsabilidad: Para que sea efectiva, la planificación tiene que estar acompañada de un cierto control. No basta con colocar en tu agenda “levantarse pronto y salir a correr”. También tenés que cumplirlo.
#3 No te hagas trampa
¡No te hagas trampa!
La autora cuenta: “Una razón poderosa y, a primera vista, ilógica es que muchas veces tenemos un objetivo y esto es precisamente lo que puede estropearlo. Una vez que llego al peso ideal, ya alcancé mi objetivo. Entonces volvemos a comer normalmente, y engordamos. Se trata de cambiar para siempre, indefinidamente”. A veces hay que dejar algo para siempre.
Rubin habla de “falsa elección”, que significa en poner dos actividades en directa oposición como si tuvieras que elegir una, aunque en realidad no tienen que estar en conflicto: “No puedo hacer ejercicio. Estoy demasiado ocupada trabajando”. En fin, no hace falta que te tortures, sos humano. Pero con estos datos podés lograr los objetivos por los que brindaste a fin de año.