25 Julio de 2016 22:34

Cada vez más personas realizan consultas a especialistas para tratar su sensibilidad en la piel. La contaminación, el estrés, la mala alimentación, el sol y los cosméticos inadecuados son las principales causas de una piel sensible.
¡Mucho por aprender!
¿Cómo saber si tu piel es demasiado sensible? Si sentís tirantez, te pica, se enrojece, te salen granitos, se te descama o irrita, te estamos hablando a vos. La piel sensible puede aparecer en la cara, pero también en el resto del cuerpo.
Hay distintos tipos de sensiblidad: natural, de nacimiento, y puede ser reactiva: la piel reacciona enrojeciéndose ante el frío, el sol, el viento, un tratamiento estético, o ante cuidados de higiene inadecuados.
La sensibilidad en a piel puede acontecer desde los primeros días de vida.
También se puede tratar de sensibilidad ocasional, que sucede cuando la piel reacciona en momentos concretos como cambios hormonales, estrés, fatiga, o mala alimentación.
Ahora sí, vamos con los consejos:
#1 Hidratar:
Es fundamental que mantengas una buena hidratación para mejorar el aspecto de tu piel. Es aconsejable hidratar el rostro por la mañana y por la noche, antes de dormir, y la del cuerpo después de cada ducha.
Hidratar la piel es fundamental.
#2 Proteger del sol:
¡Aunque no lo veamos, el sol siempre está! Los rayos solares están entre los principales responsables de la piel sensible, así que es importante utilizar cremas que lleven protección SPF, ¡incluso en invierno! Especialmente si practicás deportes de nieve.
#3 Usar productos para piel sensible:
Hay una gran variedad de productos de belleza y cosméticos adaptados a las pieles sensibles, sin perfumes, sin alcohol, sin conservantes. Elegí los que respeten el equilibrio natural de tu piel.
Agua por dentro y por fuera.
#4 Mantener la piel limpia:
La limpieza en las pieles sensibles es fundamental, pero hay que evitar frotar, ya que los movimientos agresivos irritan la piel. Por ejemplo, la exfoliación solo es recomendable una vez a la semana. Debes tener especial atención con los productos de limpieza, ya que la piel sensible reacciona mal ante el uso de ciertos jabones.
#5 Reducir el tiempo en la ducha:
El agua caliente deshidrata la piel, por eso es recomendable utilizar agua templada para ducharte, y fría para lavarte la cara. Tampoco son recomendables los baños prolongados. Duchas cortas es mejor.
Protegé la piel siempre.
#6 Escapar del estrés y de la fatiga:
La piel sensible reacciona ante situaciones de estrés y de fatiga con brotes y erupciones. Así que si tu piel es sensible, evitá estas situaciones. Los ejercicios de relajación siempre dan buenos resultados.
#7 Evitar fríos extremos:
El frío es un gran enemigo de las pieles sensibles, por lo que en invierno hay que extremar los cuidados y es necesario que hidrates tu piel con más frecuencia.
¡Ojo con el clima!
#8 Evitar climas muy secos:
Como ya dijimos, es muy importante mantener una buena hidratación, tanto con cremas como bebiendo agua. En invierno, además, hay que contrarrestar la sequedad ambiental que provoca la calefacción. Es aconsejable utilizar humidificadores, que humedecen el ambiente y protegen tu piel.
#9 Restringir las comidas especiadas:
Las comidas picantes o con muchas especias pueden empeorar los síntomas de una piel sensible.
La belleza de tu piel, depende de vos.