05 Octubre de 2016 06:16

El sudor tiene como función mantener la temperatura del cuerpo estable en 37 grados. Además, nos aporta información sobre el nivel de estrés, de miedo, dolor, ansiedad, y hasta acerca de las inseguridades.
¿Cuál es la explicación a esto? El 95% de nuestro sudor es agua estrechamente ligada al cuerpo emocional, compuesto por cloruros, urea y amoníacos. Además, posee minerales como zinc, cobre, níquel, hierro, plomo, cadmio y magnesio.
Cuando sufrimos transpiración emocional, la sentimos en lugares como las palmas de las manos, las plantas de los pies, las ingles, la frente o las axilas.
¿Sabés por qué sudás tanto?
¿Qué nos dice la transpiración?
Estrés emocional:
Este tipo de sudor le ocurre a todo el mundo alguna vez en la vida. Puede hacer su llegada triunfal durante una etapa de estrés laboral, o por algún hecho puntual a resolver, por alguna situación comprometida como hablar en público, una entrevista de trabajo, etc.
Son las típicas situaciones naturales de estrés o nerviosismo. Por las dudas, una remera de repuesto y un desodorante a mano, no vienen mal.
¡Espantoso!
Nervios o ansiedad:
Si el estrés es parte de tu vida cotidiana, es probable que transpires por ansiedad. Cuando este tipo de sudoración es abundante, se denomina hiperidrosis.
¿Invasivo?
Hiperidrosis emocional:
Se produce ante una situación psicológica que generalmente empieza por el miedo y evoluciona hacia un estado de ansiedad importante. Lo más difícil de manejar es que sus síntomas producen aún más ansiedad a quien la padece. Este hecho interviene negativamente en el desarrollo natural en cualquier ámbito.
¡Bajón!
Miedo:
Cuando alquien siente miedo ante una situación o persona, el cuerpo se pone en alerta. Es probable, entonces, que empiece a sudar en las manos y/o las axilas. Cuando esto va acompañado de mal olor, se denomina bromhidrosis.
¡No da!
Acumulación emocional:
No es necesario estar pasando por situaciones estrictamente estresantes para sudar de más. Si hay algún resentimiento dando vueltas por emociones negativas reprimidas durante mucho tiempo, puede generarse este tipo de transpiración. Es que estos hechos no quedan bajo control hasta que no se hace un trabajo de evolución interior, perdonando, o dejando atrás situaciones decepcionantes.
Mal olor o Bromhidrosis:
Las causas del mal olor tienen que ver con la autoestima y la capacidad para relacionarse con los demás. Cuando las glándulas situadas en axilas, genitales y pecho no funcionan correctamente, entran en contacto con las bacterias de la piel y su descomposición produce amonio y ácido graso, lo que genera el olor fuerte de la transpiración. ¡A trabajar el amor propio, para ser feliz y para no oler mal!