05 Julio de 2016 06:06
El caso que inspira este artículo es inédito. Sucedió esta semana en una tienda de artículos eróticos en Villa Mercedes, San Luis. El dueño del local registró en las cámaras de seguridad a un ladrón robando un consolador. Amenazó con pubicar su cara en Facebook y el ratero no tardó en responder. ¿Qué hizo?
No robarás.
El lunes pasado, los propietarios del sex shop encontrarom un sobre debajo de la puerta, en el que una carta rezaba: "Por favor no publiquen el video, que tengo familia y voy a tener más problemas que Lázaro Báez y José López juntos". El ladrón pidió disculpas, dijo estar muy arrepentido, sentir vergüenza, y que no le daba la cara para dejarles el dinero en persona. "Le adjunto los 300 pesos", agregó.
¡Qué lindos conjuntitos!
Y tal parece, robar en sex shops es bastante habitual. Veamos:
Enero de 2016, en Cipolletti (Bs. As.):
Cerca de las 11 de la mañana, la empleada de Sexfun escuchó la puerta y abrió pensando que el hombre era un cliente. Quedó paralizada al descubrir que era un ladrón, y le mismo empezó con su tarea.
Inmovilizó a la empleada con lencería erótica, y se llevó $400 y dos celulares. Pasadas un par de horas, atraparon al hombre cerca del local. Lo delataron las bombachas que llevaba colgadas del bolsillo del jean.
¡Cuidado con los clientes!
Texas, Estados Unidos, septiembre de 2014:
Un delicuente ingresó a un sex shop con intenciones de robar el dinero de la caja. El empleado se negó a dárselo y el ladrón se entusiasmó con la cantidad de juguetes que había en el comercio.
¿Cómo terminó la historia? El delincuente huyó con una bolsa repleta de dildos y la policía no pudo atraparlo. ¡Sin dinero, pero con juguetes para entretenerse!
¡Queremos todo!
Noviembre 2013, Florida, Estados Unidos:
LeAnn Frauens entró a buscar trabajo, currículum vitae en mano, al sex shop Intimate Treasures. A pesar de que estaba un tanto borracha, el dueño del local recibió los datos. Por la noche, el señor observó que faltaba uno de sus vibradores y miró la cámara de seguridad: pudo ver a LeAnn sustrayendo el artículo faltante.
El dato de color es que ella misma había dejado su dirección en el currículum, por lo que la policía la encontró rapidamente. Ella devolvió el vibrador, que "estaba usado y no había sido higienizado", según los oficiales. Pagó u$s100 de multa, con los cuales podría haberse comprado tres vibradores iguales al que se robo. ¡Linda manera de buscar trabajo!
Tamaños y colores.
Aguas Calientes, México, julio de 2015:
El barrio La Purísima alberga el sex shop Kynky. Mientras la empleada del comercio estaba haciendo pedidos, un delincuente ingresó al local y ¡haciendo mímica! le pidió que le diera el dinero de la caja. La mujer accedió, pero luego el muchacho arrebató dos consoladores.
La vendedora contó a la policía que el delincuente "buscaba un artefacto especial de tipo sexual", pero que se llevó los que estaban a mano. Nunca lo encontraron.
¡Plata no, dildos!
México, Argentina, Estados Unidos, no importa dónde. Los sex shops son blanco de los delincuentes más hot.