17 Junio de 2016 19:22
" type="video/youtube">
La Casa de Gran Hermano arde por dentro. Y es que los participantes del reality no sólo fracasaron en la prueba semanal bautizada como “La llamada”, sino que también se sacaron chispas entre ellos al enterarse que apostaron el 60% del presupuesto en el juego.
Pero ¿por qué se pelearon si fueron ellos quienes apostaron semejante cifra? En un principio, después de debartirlo, los hermanitos acordaron de forma unánime apostar el 50% del presupuesto. Sin embargo, cuando Mauricio y Matías P. ingresaron al confesionario, decidieron hacerlo por el 60%.
Gritos, insultos y agresiones por doquier reinaron en la casa. Los chicos se cruzaron en varias oportunidades con dos frentes bien marcados. Por un lado, Matias S. y Matías P. mantuvieron un acalorado debate que casi llega a las manos. Por el otro, Luifa cruzó algunas palabras (y agravios) con Grabriel, y con la participación especial de Azul.
Al final, la producción de Gran Hermano les dio como pérdida la prueba semanal y ahora los hermanitos deberán vivir toda la semana con tan solo el 40% del presupuesto. Eso sí, mientras buscarán al responsable de haber perdido el juego.
La prueba consistía en escuchar el sonido del teléfono -que no podía sonar más de dos veces consecutivas- atender y decir “Hola”. Además, los hermanitos debían aclarar quién atendía el teléfono y como última regla estaba prohibido pisar el césped.
No aprenden
No es la primera vez que pierden un juego. Los participantes de GH habían apostado el 90% del presupuesto en la prueba, denominada "custodios del tiempo", que tenía como objetivo vigilar con concentración y templanza un reloj de arena por 24 horas.
Para superarla, tenían que dar vuelta el reloj antes de que el último grano termine de pasar de un lado al otro. El final es conocido, los hermanitos se distrajeron y fracasaron en la prueba. Aunque en aquella oportunidad lograron sobrevivir con 896 pesos durante toda la semana. Una suma muy inferior a la que disponen ahora.
