Luego de que protagonizara los escándalos más relevantes de la edición 2022 del reality show Gran Hermano de Argentina, Walter "Alfa" Santiago, sigue sin encontrarle el rumbo a su ubicación ante ciertos temas sensibles, lo que lo deja en un estado de inhibición que muchas veces le juega en contra por las barbaridades que cuenta en sus anécdotas y las groserías irrepetibles que dice.
Es que el hombre que saltó a la fama cuando dijo que el presidente Alberto Fernández lo había coimeado, declaración por la que desde el Poder Ejecutivo se encargaron de contestar, cada vez demuestra más que es una persona que no sabe ubicarse respecto a la temática y la intensidad de lo que cuenta y que muchas veces lo que fomenta como chistes, en realidad son una visión distorsionada de él mismo.
Y así fue que en esa delgada línea de lo que está permitido y lo que no en el humor, el sexagenario se vio envuelto en el escándalo con la correntina Coti Romero, a quien -en medio de chistes sobre eso-, le dijo "mirá, Cotita. 10 cms de circunferencia", mientras se llevaba un desodorante a su entrepierna haciéndolo parecer un pene.
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Si es un hecho es que el participante más veterano de esta edición de Gran Hermano no es la persona más adecuada para contenerse. Algo que se vio demostrado luego de que quedara en placa de nominación la semana pasada con el taxista Juan Reverdito, quien se despidió del programa con más del 88 por ciento de los votos, luego de celebrar llegar a enfrentarse con Alfa, para que pague lo que le había hecho a Cotita.
Luego de dejarlo afuera comenzó a decirle a todos sus compañeros que le iba a hacer una demanda judicial por lo que le había dicho. Una forma de intimidar a los demás, particularmente a Lucila Belén "la Tora" Villar, la última en abandonar el programa, y con quien había tenido un fuerte entredicho a la salida de Reverdito.
Si bien ayer Alfa salió de la placa primero y con algo más del cuatro por ciento de los votos negativos, lo que refleja la solidez en la que se encuentra como competidor en el reality, es un hecho que cada uno de estos nuevos comentarios que los miles de usuarios que siguen Gran Hermano en las redes rescatan y que la producción del programa oculta, esmerilan la imagen del señor de la bandana que le cocina a sus hermanitos.
Las últimas dos guarangadas son un ejemplo de esto. La primera la cuenta delante del salteño Marcos Ginnochio, el cordobés Alexis "el Conejo" Quiroga y el cartonero Thiago Agustín Medina, y se refiere a un encuentro sexual que un supuesto amigo de él habría tenido, en el que cuando le realizó sexo oral a una mujer se encontró con restos de papel higiénico entre sus partes íntimas. La cara de asco de sus compañeros y la pregunta del Conejo respecto a si ese supuesto compañero era él, lo dijeron todo.
Y en términos de ubicaciones respecto a temas sensibles, Alfa tampoco da el ejemplo de acuerdo a lo que se pudo ver en otros episodios. En este caso volvió a jugar con fuego cuando acusó de "putazo" -como si eso fuera algo malo- a su compañero Agustín Guardis por haberle llevado el desayuno a la cama al Conejo, quien luego del insulto machirulo le dijo: "aprendé, Alfa. Esos son amigos", demostrando que las nuevas generaciones vienen mucho mejor que la del hermano mayor de la casa más famosa del país.
Santiago puede sentirse fuerte tras pasar más placas que sus compañeros, aunque es una realidad que su lengua es un imán de conflictos que, más temprano que tarde, lo llevarán a perder el capital que tiene entre el público y su aprecio. Los mejores momentos del personaje Alfa personaje son cuando se deja dominar por su verborragia, y los mejores momentos del Alfa jugador de Gran Hermano son cuando la controla. En él está la clave para seguir avanzando en el programa o ser el próximo candidato a irse.