28 Diciembre de 2022 19:38
“¡Marcos! ¡Marcos! ¡Maaaarcoooos!”, los grito de Agustín cuando ingresó a la casa todavía resuenan en la casa de Gran Hermano. Apenas puso un pie en la vivienda más famosa, Frodo buscó a su amigo para abrazarlo. La escena parecía de película. Aunque otros, con mucha maldad, recordaron esa escena de Dirty Dancing cuando Patrick Swayze toma con sus brazos a su pareja en lo alto.
Apenas lo vio y le tocó los brazos, Agustín le dijo a Marcos: “Tenés que comer. Estás flaco. Te desinflaste”. Y eso desató la preocupación del salteño que es campeón de artes marciales mixtas. Es que, aunque le da al gimnasio noche y día, los músculos del joven de 22 años están cada vez más pequeños.
Fue entonces que el “primo” le dijo la verdad a su amigo y todo estaba vinculado directamente con la falta de alimentos dentro del reality: “No comí nada a la tarde. Mucha hambre tengo. Es que si como mucho también me da cosa de que le falte a otro participante. Nos vamos a quedar cortos”.
Un amigo de Maradona debía operarse de la columna y se llevó una sorpresa: “Mi médico era Leopoldo Luque”
Y en ese punto tiene razón. La última compra en la casa la hicieron Maxi y Juliana, horas antes de ser expulsada, e hicieron todo mal. Quien sabe si fue el amor o que se habían extrañado demasiado, lo cierto es que se olvidaron de un montón de productos de primera necesidad.
“Va a ser complicado. No trajeron arroz, pasta, galletitas ni dulces ni saladas”, se quejó Alfa, apenas los vio. Tampoco habían comprado yogurt, ni fideos, ni arroz. Nada. Ahí fue que se desató una breve pelea que incluyó a Alfa, a Romina y a Maxi, que se hizo el desentendido sobre los errores en la compra.
"Me quiso pegar": Cinthia Fernández acusó a Nicolás Occhiato por Violencia de Género
Por suerte, los jóvenes pudieron alimentarse con todo ya que celebraron la Navidad y la producción de Gran Hermano les hizo una cena a todo lujo que incluyó matambre con ensalada rusa, pionono de atún, vitel toné y tomates rellenos. Pero el hambre sigue. La falta de alimentos proteicos y la entrada de más participantes, complicaron todo el panorama.
Por el momento, la única esperanza que tienen los participantes es disfrutar de la cena de Fin de Año que les hará la producción e intentar guardar algo de esa mesa para disfrutar durante los próximos días. La crisis de alimentos parece que desatará una guerra dentro de la casa de Gran Hermano.
