Los finalistas de Gran Hermano tienen muchos argumentos a favor para decir por qué están donde están y motivos de sobra para estar entre los tres mejores jugadores de la actual edición del reality. Como todos, tuvieron sus momentos altos y sus tropiezos, pero aun así cada uno por separado logró consolidar su propio fandom y abrirse camino a las adversidades que se fueron poniendo en el medio hasta llegar a esta final.
Aunque más allá de todas las adversidades, lo que los y las televidentes se van a llevar en su memoria, son los momentos clave de su participación, esos que marcaron un antes y un después en el programa o en su carrera. Y de esos hubo positivos y negativos, cada uno con su aporte para llegar al momento actual.
El salteño Marcos Ginocchio, por ejemplo, siempre tuvo la fama de ser un participante pacífico y alejado del conflicto, aun con videos de él exhibiéndolo como una bestia dentro de jaulas de combate de artes marciales mixtas.
Si hubo dos momentos claves que tuvo que atravesar el jugador, esos fueron las peleas que tuvo donde se impuso con carácter ante los intentos de pasar por arriba de su amabilidad y tranquilidad. Una de estas fue con Juan Reverdito, el taxista que ingresó prometiendo ser el mejor jugador de la historia y se fue, entre otros motivos, por haberse enemistado con el ya popular Marcos.
Reverdito desconocía la fortaleza de Ginocchio fuera del programa, como desconocía muchas otras cosas de acuerdo a las estrategias que delineó, de las cuales no prosperó ninguna. El programa recién había empezado, y "los Monitos" que componían el tachero junto a Tomás Holder, Martina Stewart Usher y Juan Ignacio "Nacho" Castañares Puente.
En aquella oportunidad, el malvado personaje quiso reprimir a Marcos por haberse parado a buscar un vaso de agua. "Estaría bueno que cuando esté hablando estés acá, prestando atención. Te lo digo de onda, porque yo si hablás te voy a escuchar. No me voy a levantar", protestó Juan.
"Me estoy sirviendo agua, ¿te molesta? ¿Cuál es tu problema? No te entiendo", arremetió el salteño. "Que tenés que tener un poco de personalidad", disparó Reverdito. "¿Tanto te cuesta entender que me serví agua?", continuó preguntando Marcos.
"Vos decís que no tengo personalidad, personalidad no tenés vos que hablás mal de todos por todos lados. Tenés 42 años, podrías demostrarlo", fustigó Ginocchio. "Perfecto. El domingo te vas", aseguró el taxista.
Si todos los cálculos son correctos y Marcos se impone hoy como ganador de Gran Hermano, esta va a ser una escena con la que le harán bullying a Reverdito el resto de su vida. El pronosticar que el hombre más fuerte del juego iba a salir en la primera semana fue una jugada tan mala como convencer a Martina que saque de la placa a Walter "Alfa" Santiago y no a su compañero Holder.
Aunque si hay una realidad respecto a la vergüenza que acompañará de por vida a Reverdito, es que hubo una aún mayor en la casa más famosa del país que no lo tuvo como protagonista. Y se trata, probablemente, del evento más pudoroso que se haya visto en el formato en la Argentina.
Cuando sucedió, fue un misterio que duró minutos, y cuando se resolvió, por respeto y piedad a la protagonista, nadie lo volvió a comentar, hasta que llegó Holder a hacer campaña por Julieta y dijo "acá se hizo caca".
Y sí. El momento incómodo que pasó a la posterioridad como Popoggio, haciendo juego de palabras entre el apellido de Juli y la palabra popó, fue algo imprevisible que llenó las redes sociales de dedos señaladores contra la creadora del hashtag fuera malas vibras.
Aquella fatídica tarde Lucila Belén "la Tora" Villar encontró una mancha de excremento en una de las sillas y comenzó a preguntarle a cada uno de los participantes que seguían en juego en ese momento, quién había sido el que había dejado eso ahí.
"Blanca y perfecta": la cuestionable e irónica frase de Ubfal sobre GH que despertó la ira de Anamá Ferreira
Tras la negativa de todos los involucrados, en algún momento se llegó a la conclusión de que había sido Julieta, quien pasó llorando toda la tarde por el incómodo accidente que le tocó protagonizar. Entre llantos le reconocía a Alfa que "no podía contar" lo que le había pasado y que era algo que a ella la "ponía mal".Es un hecho que la depresión de la actriz y bailarina es bastante lógica, ya que en las redes sociales, junto a su supuesto desprecio hacia una perra vieja que tenía, fue el caballito de batalla con el cual sus detractores desgastaron su imagen. El evento volvió a estar en debate tras el ingreso de Mora Jabornisky, Martina y Holder, quien de supuestamente hacer campaña por ella, terminó siempre recordando el deshonroso suceso.
El primer eliminado jugó de villano como desde el primer día con "los Monitos". De ese grupo era parte Nacho, y fue algo que pagó con creces. Si bien nunca quedó eliminado del programa y siempre se mostró fuerte en las votaciones, Castañares fue el jugador de esta edición que más placas integró.
Las 10 veces que necesitó del voto del público para salvarse justifican en parte la razón por la cual es uno de los finalistas. El haber estado expuesta tantas veces le fueron dando un nucleo de simpatizantes tanto en la Argentina como en el Uruguay.
“¡Te voy a romper la cabeza!”: lo que no se vio de la pelea de Alfa y Juan, y las nuevas medidas de GH
Además, fue el integrante que más votos recibió en contra durante toda la temporada con 74. Esta es la evidencia de cómo pagó hacia dentro de la casa el haber sido parte de "los Monitos". Este récord negativo de votos de sus compañeros, a su vez, fueron contradecidos por la decisión popular, que no juzgó a Nacho con la misma vara que al resto del grupo, de los cuales los otros tres integrantes se fueron en las primeras cuatro galas.La popularidad fue un tema de debate y quedó de manifiesto cuando la Tora y otros reingresantes tuvieron tonos condescendientes con Alfa, debido al aprecio que estaba consiguiendo fuera. El sexagenario, envalentonado por esa realidad que se percibía de forma evidente, también protagonizó un cruce con Marcos.
Aunque si bien este estuvo más cerca de la comedia que de la tragedia, la realidad es que volvió a demostrar el carácter del salteño para pararse frente a Alfa y sus avasallantes formas. En aquella oportunidad, Marcos le hizo pagar a Alfa sus habituales protestas por las porciones de comida y le devolvió la recriminación mientras comía. "Hacete el boludo, nomás", le espetó a Alfa. "Te voy a cagar a trompadas", amenazó en forma de broma el sexagenario, a quien no le gustó que le paguen con la misma moneda.
Vale destacar que la actual edición no fue una de las más violentas, más allá de estos hechos puntuales. La temporada tuvo más relación con el amor que con el odio. Alexis "Conejo" Quiroga y Constanza "Coti" Romero, por un lado, y Juliana Díaz y Maximiliano Giudici, por el otro, son el ejemplo de esto.
La dura pelea de Romina de Gran Hermano y su sobrino Fabián: “No sé por qué lo hizo, estoy muy dolida”
Aunque también existieron las parejas que el público deseó y que no pudo ver. Una de ellas fue la de Julieta y Marcos, una que hasta tuvo que ser intervenida por la familia de Poggio por el constante acoso que significaba querer vincular a ambos en contra de su consentimiento.También estuvo la pareja que shippearon con el nombre Nachiago, y era la que protagonizaban Nacho junto a Thiago Agustín Medina. Ellos tenían una amistad muy grande, la cual se evidenció cuando Castañares lo recordaba y pedía su vuelta, o más claro aún, cuando el cartonero volvió por el casamiento y permanecieron abrazados durante minutos.
Pero el público pedía de ellos otra cosa y se imaginaba un amor que trascienda todas las barreras que había entre ambos y que sea una bandera para quienes viven en secreto su identidad. Las redes sociales fueron muy insistentes con el tema, y finalmente se dio lo que todos esperaban: se besaron. Fue una tarde en la que saltaron a la pileta y cruzaron sus labios. Ellos no sabían lo que estaban generando en la gente que tanto lo deseó, pero le cumplieron el sueño a más de uno.
Por todos estos sucesos y muchos más, la actual edición de Gran Hermano será recordada para muchos como la más exitosa. El tiempo dirá.