Thiago Medina se transformó, de la noche a la mañana, en una celebridad nacional. El jovencito de La Matanza ingresó a la casa de Gran Hermano y, casi de inmediato, se ganó el cariño del gran público. Claro que con el correr de los días, aquello que parecía perfecto se transformó en una pesadilla. Sobre todo para la familia de Thiago.
Mientra el joven era despedazado en las redes sociales porque la semana pasada se metió en la habitación de los hombres, se acostó junto a Agustín, otro participante, lo abrazó por detrás y le realizó varias caricias sin consentimiento, después de asegurar que es homosexual y recibir bullying por eso, su familia vivía un momento horrendo.
Es que Julio Ricardo Medina, el papá del participante, fue detenido por la Policía después de ser denunciado por su hijastra Camila Ayelén Deniz, por lesiones y amenazas. El hombre de 54 años le había dado una paliza a la joven, que debió ser internada por los golpes y por sufrir un ataque de nervios. Según la denuncia, Medina estaba en estado de ebriedad y había querido pegarle a sus dos hijos, menores de edad.
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La causa quedó a cargo de Silvana Bregia de la Fiscalía N°1 Especializada en delitos derivados de violencia familiar, de género y delitos contra la integridad sexual de La Matanza. De inmediato, la fiscal ordenó la detención del padre de Thiago por el delito de lesiones y amenazas.
Según consta en la denuncia, el padre de Thiago ingresó a su casa “en estado de ebriedad y comenzó a mantener una discusión”. Y empezó a gritarle a los menores. Entonces Camila fue a socorrer a sus hermanos y fue ahí cuando Julio le pegó en diferentes partes del cuerpo. En un momento, circuló el rumor de que Thiago podría abandonar la casa de Gran Hermano. Pero horas después, la producción del reality negó la información.
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Hasta el momento, Camila estuvo en absoluto silencio y se negó a recibir a los medios de comunicación que, hasta hacía pocos días, recibió en su casa sin problemas. Pero en su cuenta de Instagram, donde tiene más de 70 mil seguidores, publicó una historia: “Quiero que se pase esta tormenta que estoy viviendo. Quiero volver a ser yo y sonreír como antes”. Por ahora, el padre de Thiago aún sigue detenido. Además tiene una orden de restricción y tiene prohibido acercarse a menos de 200 metros de la casa donde vivía con sus hijos.