Al igual que a decenas de comentaristas deportivos les pasó con las terribles declaraciones que hacían sobre Lionel Scaloni como entrenador, y hasta de Lionel Messi como jugador, una parte importante de los panelistas de las galas de Gran Hermano, nuevamente volvieron a analizar mal la realidad, y se equivocaron al creer que Marcos Ginocchio salvaría a Julieta Poggio y no a Romina Uhrig, como terminó haciendo.
El salteño, que venía de domar a Camila Lattanzio y a Lucila Belén "la Tora" Villar con sus estrategias -que las tenían convencidas de que podía salvarlas-, ahora se encargó de domesticar involuntariamente a los opinólogos que debaten sobre su juego en la casa más famosa del país. El muchacho, que viene haciendo un juego perfecto en cuanto a ser coincidente con los gustos del público actual, a través de su calma y mesura, confundió a todos con su jugada, y comentaristas como Ceferino Reato y Gastón Trezeguet, quedaron bastante en offside.
El favorito del público según sus resultados en las nominaciones y en las encuesta en las redes sociales, nuevamente demostró, aun con sus formas apaciguadas y tímidas, y silenciando a quienes creen que por sus características no juega de forma inteligente, que a la hora de tomar decisiones es muy pensante y tiene claros sus objetivos.
Y si hubo un momento en el cual lo demostró fue en la última jugada que realizó, la cual sorprendió mucho. Aunque hubo a algunos panelistas que más que sorprenderlos, los indignó.
Uno de estos es Reato. Al periodista político y de ultraderecha, evidentemente le cuesta soltar parte de su identidad, ya que a la hora de juzgar a la ex diputada nacional peronista, no usa la misma vara que con los demás. Esto se evidenciaba en particular cuando estaba su favorito: Walter "Alfa" Santiago, el más polémico de los jugadores de esta edición.
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Su perfil antiperonista no llega a reconciliarse con el enfoque del programa, el cual no apela a las divisiones ni a las concepciones políticas, y que busca que los hermanitos y hermanitas sean cada vez figuras más populares sin importar su orientación. Eso lo enfrenta con Romina por haber sido parte del kirchnerismo y, como los hechos lo demuestran, empaña su capacidad de análisis más que probada en sus años de trabajo.
"Ustedes están protegiendo a Romina. No quieren que la echen", acusó ayer a sus compañeras de panel Nancy Pazos, Laura Ubfal y Josefina "la China" Ansa. El periodista venía de explicar que, como cuando reingresaron Daniela Celis y Agustín Guardis y terminaron debilitando a Thiago Medina revelando que no era tan fuerte como parecía, ahora también los familiares -tras su ingreso- habían soltado ciertas semillas que se hicieron árboles que protegen a la ex legisladora.
Como en cualquier análisis, quienes los ejecutan deben dejar de lado sus deseos e intenciones para lograr que sea correcto, ya que estos nublarán la realidad e impedirán que se haga un diagnóstico objetivo de los problemas, las soluciones y las dinámicas respecto a lo que va a suceder. En este lugar falla Reato, aunque también en otros frentes sorprendió mucho como parte del programa, ya que se involucró de forma muy profesional.
Aunque el error de Reato tampoco es para condenarlo. No hace falta ser antiperonista para equivocarse, y a veces hasta los más genios en términos de jugar el reality lo pueden hacer. Esto lo demostró Trezeguet, quien también apuntó contra la posibilidad de que Marcos salve a Romina porque alegó que no tenían relación entre sí. Algo que además de falso es inexacto. "Yo no puedo creer que hay gente que piensa que va a salvar a Romina, realmente", confesó, en una frase que terminó viralizada en las redes sociales.
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¿Cuánto se puede apenar Reato viendo que el jugador más popular y el estratega número uno de todas las ediciones de este programa también se equivoca en el análisis? Aunque quizás esto no es tan cierto. Es un hecho que la gran mayoría de las personas opinaban que Marcos salvaría a Julieta y su acción final fue una sorpresa. Lo que es un aliciente a la hora del error. Sin embargo, el postulado del finalista de la primera edición de GH, no solamente decía que salvaba a la Poggio sino que no había chances de que suceda lo que sucedió.Además, al mismo tiempo perdió una apuesta que hizo con su compañero de A la Barbarossa Paulo Kablan, quien opinó que salvaba a Romina. Lo que generó risas y cruces divertidos en programa, demostrando que el productor no se tomó tan a mal su pifie. Claro que no fue el único. Para el resto de las panelistas, Marcos no iba a salvar a Romina sino que su mirada estaba puesta en Julieta. Algo que no ocurrió.
Más allá de los errores de los panelistas a los que le pagan por mirar, analizar, y opinar sobre el reality show más popular del momento, es un hecho que la sorpresa la dio Marcos. El Primo nuevamente dio que hablar y demostró, contra todos sus detractores, que está jugando, que dejó a Julieta y que apunta a que salgan Camila o La Tora. Habrá que ver qué sucede el domingo, y si su capacidad de análisis, aun aislado hace seis meses, es mejor que la de los opinólogos profesionales de Telefe.