Big Bang! News
Más

El pasado oculto de Azul, antes de sus rastas y la fama de GH

Es una de las participantes más carismáticas del reality de América y uno de los look más llamativos de la televisión actual. Pero detrás de su peinado, sus tatuajes y alma cumbiera se esconde una versión suya hasta ahora desconocida.

25 Mayo de 2016 10:30

Entró cantando “Soy cumbiera de corazón” y dejó a más de uno dentro de la casa de Gran Hermano con los ojos abierto como el “2 de oro”: así conocieron los hermanitos, y casi todos los que siguen el reality de América desde sus casas, a Azul, una de las participantes más llamativa y carismática.

Pero detrás de las rastas multicoloridas, sus piercing, sus tatuajes y su look tan particular se esconde una Azul, hasta ahora, inédita y desconocida, y BigBang te la muestra en exclusiva.

 

En un video se la puede ver a Azul Carrizo tocando su amado acordeón en un jardín de infantes. Luciendo un delantal celeste, la participante de GH reversiona el clásico de Derek López, “Batido de coco”, y canta una dulce canción a los chicos. Sin sus rastas, y ante un cuadro cuasi angelical, cuesta reconocerla.

Sin embargo, Azul dio pistas sobre su accionar y el video demuestra que unas palabras que dijo dentro de la casa son mucho más que ciertas: “Desde chica el sueño de mi vida era ser misionera y fui maestra en las villas, y me di cuenta que con una canción podía llegar mucho más a la gente, a través de la canción podés alegrarle el día a mucha gente que está triste”, contestó cuando Gran Hermano le preguntó uno por uno a todos “por qué y para qué están en la casa”.

El costado folklorico de Azul

Además de cumbiera, Azul y su acordeón se lleva muy bien con el folklore, más específicamente con las zambas oriundas de nuestro país. 

En otros videos, la hermanita que ahora compite en el reality de América "dio cátedra" en materia de tradicionalismo musical, y sobradas pruebas hay en el video donde se la ve cantar "Lunita tucumana", ese clásico del folklore que inmortalizaron voces célebres como la de Atahualpa Yupanqui, Mercedes Sosa o Los Chalchaleros.

 

Y finalmente, el último video sobre el tierno pasado de Azul muestran a la ahora chica de rastas cantando, siempre con su acordeón, una versión de "Zamba de mi esperanza" dedicada especialmente a un auditorio repleto de abuelitos que la escuchan emocionados.

 

Así es Azul, la de las mil caras, la del mismo carisma.

10