Florencia Cabrera se convirtió en la sexta eliminada de la casa de Gran Hermano tras la elección del público. Después de vivir casi que un mes y medio dentro del reality en donde comenzó siendo parte de las "Furiosas" y después las confrontó, generó un sólo aliado que fue nada más ni nada menos que Joel Ojeda y un enemigo extra llamado Emmanuel Vich.
El paso de la oriunda de Caballito en la casa más famosa del país se resumió en ser llamada "mentirosa" y "lleva y trae" a quedar nominada en las últimas placas, siendo totalmente expuesta por sus compañeros. Florencia, que ingresó queriendo conformar amistades, se retiró siendo vista de reojo y eso mismo es lo que no se lo perdonará jamás. En diálogo con BigBang, la ex "hermanita" aseguró que se arrepiente de no haber generado más peleas y disturbios contestando a todas las veces que quisieron tratarla mal. "Sentí que no respondí porque después de cada pelea había que soportar las consecuencias que te dejaban", admitió.
Su nueva misión será el repechaje aunque aclaró que le gustaría vivir "unos días más" adentro de la casa. ¿Para qué? "Quiero desenmascarar a todos los que me estuvieron bardeando durante un mes y medio bajo la etiqueta de mentirosa sin razones", expresó. Sin embargo, más allá de todo lo malo, la tristeza y el llanto que demostró dentro de la casa, aseguró que se siente una "ganadora" por haber podido mantener y dejar una enseñanza en la televisión de que "todos los cuerpos deben ser aceptados".
-¿Te sorprendiste un poco de la gente, ya sea para bien o para mal?
-La verdad es que esto no lo medíamos adentro y era como un signo de interrogación constante el pensar en que estarán pensando afuera, que se ve, que no se ve y eso nos amedrentaba bastante. Pero la verdad es que yo salí y siendo sincera, yo pensé que había perdido. Salí bastante mal y cuando vi la realidad de lo que es afuera, es una locura. La cantidad de gente que me escribe es hermoso y estoy muy feliz por eso.
-¿Qué pensaste cuando saliste que te pusiste mal?
-Yo ese día había estado muy mal mentalmente, habían gritado cosas del afuera, yo lo veía de una forma negativa este y bueno, adentro eso te impacta bastante entonces yo ese día tuve la cena de nominados y no aguante más y exploté. Hablé de cosas que quizás no tendría que haber hablado, capaz me tendría haber quedado tipo tranquila y era lo que no quería hacer. O sea, yo sentía que si me tenía que ir por lo menos me iba diciendo por lo menos lo que yo sentía, como para parar con la censura en todo y eso puede ser que me haya jugado una mala pasada.
-¿Sentís que la gente te eligió para que seas eliminada por todo lo que se habló en la cena de denominados?
-Yo creo que me eligieron entre muchas cosas pero eso fue como el detonante. Otras de las cosas seguro fueron de que a la hora de que yo me sentía atacada no respondía porque después tenías que bancarte las consecuencias dentro de la casa, no era solo la discusión y se terminaba, no pasaba eso. Entonces muchas veces uno elegía como hasta censurarse para no pasar un mal momento en la convivencia porque después de una pelea hay que convivir y bueno, y eso es la peor parte para mí. O sea, no, el responder, sino el después, el levantarse lo que venga a cualquier costo.
-¿Qué consecuencias podía haber de una discusión que se podía desatar en la casa?
-Adentro pasan muchas cosas: desde hacerte sentir mal con la mirada o con cualquier detalle, hasta cualquier otra cosa, pero en un constante hacerte sentir mal. Entonces yo decía que no iba a avalar eso porque no quería lastimarme más de lo que ya estaba lastimada realmente. Y yo sentía que había como algo hasta feo de otros compañeros porque una cosa es jugar con estrategia, otra cosa hacerse la risa y dar juego, pero lastimar al otro es como que eso es algo que yo no iba a avalar. Creo que también por eso me aislaba del resto. Siento que me respeté yo misma pero adentro de la casa la pagabas. Yo sabía que iba a ir a placa todos los fines de semana, entonces era como que en un momento decías "basta, no quiero más. Hasta qué punto hay que aguantar", porque es un constante juego mental.
-¿Y cómo manejabas ese juego mental?
-Es difícil, yo me la bancaba y no tenía drama en seguir pero tenes que estar dispuesto a bancarte todo lo que venga. En el afuera te peleas con alguien, te vas a tu casa, te tomas un mate y te relajas. Ahí no existe irte a otro lado, no hay otro lado. Compartís todo, estás siempre con alguien, éramos muchos. Ya era entrar al confesionario y decir "no encuentro un lugar para llorar", porque todo era así. No podías llorar tranquila, si decías algo mal de alguien lo estabas criticando y no, a veces uno necesita descargarse también. Yo sentía que a veces hasta en lo mínimo a mí me afectaba tanto que me hacía llorar y era lo peor. Yo no quería llorar pero explotaba, es que no aguantaba más. No quería pelear porque había que aguantarse los gritos, los toreos, el maltrato, que te traten de mentirosa, de lleva y trae, era estar mal constantemente. Ya a la tercera placa yo me cagaba de risa porque era como "Chicos, jueguen de otra forma. Ya basta conmigo", pero ya la última y el grito de "Joel aléjate de Flor" ahí para mí fue re triste porque sentí que la gente me odiaba.
-¿Te sacó ese grito?
-Me desestabilizó. Joel era mi contención dentro de la casa y que le pongan esa semilla de inseguridad hacia mi persona, era tristísimo. Es como que vos podes confiar o no pero estás adentro de un reality y es el juego mismo. Fue toda una estrategia para pincharme, pero justo ese día me venía bancando un montón de cosas y con ese grito era pensar "¿Qué mal estoy haciendo?", yo no sentí que le falté el respeto a nadie ni nada, pero yo me intentaba convencer de que no estaba haciendo nada malo, no hablaba con nadie, me mantenía al margen de las discusiones. Cuando salí me preguntaron por qué decidí no responder a las peleas y yo digo y dije lo mismo, después te tenía que bancar lo que se te venía más allá del a discusión.
-¿Qué podía pasar después?
-Adentro de la casa de Gran Hermano pasaba que yo sentía que estábamos mal alimentados porque nos administrábamos muy mal, teníamos las cosas pero las hacíamos mal. Si alguien se guardaba algo, ya estaba todo mal. Por ejemplo, a mí en la cena me tocaba un pedazo de pan, si yo ese pedazo me lo guardaba y lo comía al otro día, ya estaba todo mal porque sentían que estaba robando y no era así. Yo no robaba, yo solo me agarraba el pedazo que me pertenecía. Todo era motivo de discusión. Yo la vi llorando a Virginia por el tomate y vos ves esa cosa de que todo el mundo está pensando en sí mismo y nadie registra nada. A mí lo que le pasó a ella me pasaba constantemente. No eran solo peleas, eran solo problemas en las cuales vos te planteabas hasta cuándo tenías que aguantar todo eso.
-Y encima se te agrandan mucho más las emociones ahí adentro...
-Claro, es que no es que lloras por un poco de tomate, te molesta el contexto de que nadie te está registrando. No pasa por un tomate, sino porque nadie se da cuenta de nada. Yo esa de esa he vivido miles y eso es lo que te hace ponerte triste en la casa Gran Hermano. Mismo, ponele, yo digo que el Chino es un re jugador y conmigo se podía cagar de risa, pero también sé que es un competidor nato. Lo tiene dentro. Él quiere ganar y ni siquiera con una estrategia, su única estrategia es ganar el liderazgo y así ganar todo el certamen. Quizás eso yo lo veía como una competencia copada, aunque yo sabía que no le podía ganar porque obviamente él tiene menos años que yo y otra preparación física, entonces ahí yo veía que no podía competir con él pero sí podía joder. Ese tipo de juego era sano.
-¿Qué otros tipos de juegos había?
-Yo creo que había tres tipos de juego: el de la competencia, el de las personas que no hacían nada y se dedicaban a no hacer nada y el tercero es el que te desestabilizaban mentalmente. Ese era mi análisis, pero era muy difícil. Sinceramente yo no sabía para donde ir y por eso ahí pensé en quedarme sola. No sabía qué fuerte era afuera, los gritos te sacaban del eje, era como muy fuerte todo.
-¿No pudiste sentirte cómoda en ningún grupo que se armó?
-No, porque se armó una imagen hacia mi persona que sentía que era una mentira porque no me sentía así pero me apuntaban como "mentirosa", "lleva y trae" y era muy difícil llegarle a las personas cuando te tenían desconfianza. Sí había buena onda, pero vos en un grupo que está consolidado siempre estás en desventaja. Si me tenían que votar me votaban y lo sabía. Se me hacía imposible entrar en un grupo porque me habían puesto un título sin conocerme y eso era lo que más me molestaba.
-¿Por qué crees que te etiquetaron de esa manera?
-Porque a mí también me afectaba. Entonces el encontrar tu talón de Aquiles como así decirlo era una estrategia también. Si a vos te decían algo y te quebrabas, ya quedabas mal. A mí a lo último ya no me interesaba pero tampoco me interesaba empatizar porque yo ya sabía cuál era el prejuicio que tenían hacia la persona. Entonces era pensar "¿Para dónde voy?" Y después mi único aliado, que era Joel, el último día le gritaron eso y fue como que planté bandera y me rendí.
-¿Qué te dijo Joel sobre eso?
-Tuvimos una charla y obviamente él me decía que el cariño que uno puede tener por una persona no se olvida así de fácil pero que iba a empezar a jugar de otra forma, a alejarse un poco y obviamente eso me afectaba. Pero esas cosas que me afectaron adentro cuando salí me di cuenta que se estaba viendo lo que me estaba pasando y que la gente me conoció y el mensaje que quise transmitir lo di.
-¿Cuál fue el juego y la misión con la que entraste a la casa?
-Yo hace tres años empecé a trabajar como modelo de talles y entré a Gran Hermano con esa bandera de "no hay cuerpos diferentes en la televisión argentina" y que ya me escriban chicas que me digan "Me hiciste ganar la confianza", eso es lo que a mí me hace sentirme hoy ganadora, distintamente hasta donde llegue. Me quedo con ese mensaje que pude transmitir y la alegría que me da que en el afuera me hayan visto y tomado así.
-¿Te arrepentís de algo dentro de la casa?
-Yo creo que lo viví a mi manera. Yo soy muy sensible y hasta antes de entrar a la casa no había llorado hace mucho tiempo, entonces verme así adentro de la casa era como que no entendía nada. Sé y sentí que muchas veces la casa y el juego me ganaron de mente. También me pasó esto de no querer confrontar para no bancarme la que venga. Yo sé que tendría que haber sido más fuerte y confrontar sin miedo al qué dirán, aunque ahí podes tener lo positivo como lo negativo.
-¿Te sorprendió la reacción de Furia en tu eliminación?
-Sabes que sí. No lo esperaba porque hasta incluso habíamos tenido una charla el día de la fiesta de disfraces donde ella me habló de los grupos y sentí con ella puntualmente que fui una de las pocas personas que al principio le dio una mano. Estuve ahí con ella hasta que tuvimos desacuerdos y cortó la relación y me quedó doliendo porque sentí que cuando ella estuvo mal yo fui la única que estuvo y ella estaba sola. Pero bueno, esas cosas me las guardo para mí. Lo del grito de cuando me fui no sé si fue realidad o hasta juego, estrategia juego. Todavía no terminé de entender eso.
-¿Te decepcionó sentirte parte de las Furiosas y después tener que alejarte?
-Es que en el grito yo no entendí si fue realidad o no, porque según ella estábamos jugando un juego que estaba todo re tranquilo, todo bien, pero sin decirle al resto. Pero al mismo tiempo cuando me voy, gritó. Entonces... ¿Qué estás queriendo demostrar? ¿Qué me odias realmente o lo hiciste para demostrar para la gente que me odiaba? Es como que nunca sabes lo que ella está pensando o por qué actúa de cierta manera. Nosotras nunca hablamos en profundidad sobre lo que pasó entre nosotras porque es muy difícil. Es acercarte y que te digan "no me hables" o "de vos no quiero nada" y es como que eso te re aleja y te hace no buscar respuesta. También pasó que con Joel jugábamos a hacer streaming y cuando él la quiso invitar, ella le dijo "yo con Florencia no hago nada", entonces eso te hace como pensar un montón de cosas. A mí me hacían ruido esas situaciones, lo que ella haga es todo juego y ni piensa desde el corazón. Es pura estrategia y está muy bien porque a la gente le gusta.
-¿Sentís que este apego de Furia con Joel fue un poco para desestabilizarte?
-Sí, lo creo que fue así. Puede que se hayan enganchado pero yo como sé lo jugadora que es, me dio dudas. No por Joel porque es una persona divina y que realmente le puede gustar a cualquier mujer, pero lo de ella es un juego para desestabilizar al otro, es una estrategia constante y de paso la pasa bien. Yo no sé si se puede dar su amor. Podría ser si realmente Furia se relaja y se deja querer y creo que Joel también está en esas, pero no lo sé. Creo que de parte de ella es un nuevo objetivo y todas las semanas va cambiando, creo que en esta que viene es Bautista.
-¿Bautista objetivo de Furia?
-Sí, esta semana venía tiroteando un montón. Él está re con Denisse pero a Denisse hacéselo entender... esas son las cosas que se viven adentro y que no se aprecian en el afuera. Nosotros vivíamos 24/7 y la verdad que, escuchar que Furia le decía "Qué bueno que estas hoy" o "La verdad que con esos ojos..." y un sinfín de cosas, te llena el oído, es como decís "¿Qué onda acá?" y la verdad es que si Denisse no está fuerte, le gana la mente. Yo creo que Denisse es una piba del amor libre, de estar todos contentos, pero no es tonta. Si ve que Furia la quiere desestabilizar puede caer en alguna. Incluso a veces pone algunas caritas que dicen todo. Hay que prestarle atención. Creo que Furia se quiere meter por ese lado, cuando me lo hizo a mí lo entendí y dije "Esta guacha me está queriendo sacar por este lado" y ahora lo intenta con Deni. Yo no niego que a Furia le puede gustar Joel, pero siento mucho más que es una estrategia. Inclusive ella vino a preguntarme por qué no dormí en la pieza de los chicos justo el día en que ella durmió con Joel. Me dio un ataque de celos, pero es una gran jugadora.
-Te disputaste a Joel con Furia y también con Emmanuel...
-Yo creo que Emma está enamorado de Joel o tiene un gran cariño, pero bueno, yo creo que no sé algo pasa ahí y él sentía que ya se lo sacaba en cierta forma, o sea, es como todo, vos podés a tener amistades con el que tenés más empatía y otros no. Y yo sentía que yo podía hablar cosas con Joel y no con Emmanuel. Entonces quizás nuestras charlas eran de dos o tres horas, y Emma sentía que yo se lo sacaba. Yo se lo plantee tipo ¿qué flasheas? Yo no le quería sacar nada a nadie, simplemente Joel era mi persona de confianza y Emmanuel explotaba de celos. Pero en el tema de ellos dos, yo les dejaba sus espacios y no tenía drama en meterme ahí. Sinceramente Joel era muy importante para mí ahí adentro.
-¿Te gustaría entrar en el repechaje?
-Estoy para entrar unos días más. Tengo otras herramientas y estoy pensando mucho la estrategia porque ya sé como está dividia la casa entonces eso puede ser positivo o negativo también. Estoy pensando cómo puedo jugar pero una de las cosas que quiero hacer es desenmascarar a todos los que me estuvieron bardeando por un mes y medio diciéndome que era mentirosa y falsa, estando a la vista que no hice nada a comparación de lo que hicieron otras personas ahí adentro. A mí me torturaron y nadie se puso de mi lado. Que se caigan las caretas.
-¿Qué pasa con Zoe si entras?
-Nada, para mí ella está influenciada por las pibas y yo lo veía, se sentía esa cosa de que las pibas me miraban raro pero porque se creyeron ese papel de que yo hacía cosas malas pero nunca se dieron la chnace de conocerme sinceramente.
-¿Te sorprendió el rechazo hacia Alan en el afuera?
-Alan está odiado afuera[L1] pero adentro es recontra amado entonces es muy difícil que caiga en placa. Yo muchas veces lo veía y no había otra forma dentro de la placa porque hay dos grupos muy consolidados y que no se van a votar entre sí y por eso mismo es muy difícil que las placas sean de otras maneras. Es como que siempre tiraban los votos al aire, siempre caíamos los mismos y era muy difícil que caigan de afuera. El grupo de Licha, el Chino, Nico, Bauti, Denisse, están todos muy juntos y van a llegar a la final creo yo. Ellos deciden todo adentro de la casa, aunque afuera no se ve así.