Si hay algo que funcionó siempre en las distintas ediciones de Gran Hermano, fueron las historias de amor. En esta temporada ya comenzaron a explotar algunas, como la de Denisse González y Bautista Mascia, y con mucha más dificultad la de Sabrina Cortez y Alan Simone, ya que ella accedió a estar con él a días de cumplir ocho años con su novio Brian Fernández, y luego lo lamentó y se arrepintió.
Aunque también en esta oportunidad hay ejemplos de parejas que gran parte de los y las fanáticas shippean, pero que no se dan y parecen difíciles de concretarse. Mientras que un sector del público insiste en la posibilidad de que Lucía Maidana y Rosina Luna Beltrán puedan llegar a entrarse como rengo a la muleta, hay otra historia que sedujo a muchos espectadores, la cual tampoco cuenta con muchas probabilidades a la hora de hacer las apuestas.
Se trata de Juliana "Furia" Scaglione y Lisandro "Licha" Navarro, dos jugadores que hasta la producción del programa intentó juntarlos a partir de una prueba en la que debían convencer a los demás hermanitos de que había química y onda entre los dos. Un juego que evidentemente prendió un fuego y dejó cenizas.
En las últimas horas del reality, esta llama volvió a encenderse a partir de una reflexión que la participante hizo respecto al mal ánimo que lleva Alan, quien vive cierto rechazo por parte de Sabrina, luego de la terrible exposición que le significó haberle sido infiel a su pareja, tras casi ocho años de relación.
"Yo por eso te dejé de joder, porque yo no viviría lo que Alan está viviendo. Debe ser re triste", le comentó Furia a Licha, mientras ambos estaban en el patio de la casa más famosa del país. "¿Por qué?", le preguntó su compañero, intrigado por el planteo de la pelada más popular de la historia del formato.
"No, porque a mí sí me gustás. Entonces yo digo, no le rompas las pelotas a un chabón que tiene novia que, capaz, con mucho tiempo de trabajo como hace él, capaz... y después estás todo el tiempo pensando con que afuera te están viendo. Es toda una cosa horrible eso. Él se debe sentir medio mal también", reflexionó Scaglione, tras lanzar el dardo agazapado del deseo reprimido hacía él.
Licha, quien no pudo evitar sonreír ante la insistente confesión de Juliana, tuvo que hacer un notorio esfuerzo para volver a concentrarse y meterse en el tema que había abierto ella, al hablar de la pareja de Cortez y Simone. "Está como el orto, obvio. Hace tiempo que está hecho mier**", aportó.
Luego, para cerrar el tema, Scaglione recordó que ella le había contado a Alan la historia de su hermana y su cuñado, quienes se conocieron con él en pareja y terminaron juntos tras que él tomase la decisión de irse con ella y dejar a su anterior mujer. Una intención de alentar a que pueda encenderse la llama del amor entre la mendocina y el joven de Chivilcoy.
Lo cierto es que Juliana volvió a jugar una carta de amor con Licha, y también que la sonrisa que lo expuso a él, dejó una puerta abierta para quienes esperan que esa relación se dé de una vez por todas.