20 Marzo de 2023 09:37
La salida de la ex diputada nacional Romina Uhrig de la casa de Gran Hermano evidenció que, más allá de la popularidad que pueda o no tener, su partida fue gracias a la grieta que desde hace décadas vive el debate político argentino público entre kirchneristas y antikirchneristas.
La mujer de Moreno tuvo su momento más alto dos meses atrás y hasta protagonizó la placa de nominación que terminó con el popular Walter "Alfa" Santiago dentro de la casa. En aquel entonces, el hombre de la bandana se fue echándole la culpa al peronismo, aunque en el caso de él no ingresó tanto ese aspecto porque su salida estuvo motivada más que nada por sus errores de convivencia que por sus comentarios políticos.
En aquellas semanas, Uhrig demostró ser una de las más queridas y una potencial finalista. Cabe destacar que de acuerdo a los planes originales de cuatro finalistas, Romina tendría que haber llegado a esa instancia, aunque con las nuevas modificaciones, debió conformarse con ser la última en salir del juego previo a la gala final.
Las encuestas de imagen que el granhermanólogo Federico Bongiorno realizó en sus redes sociales también identificaron a Romina como una de las más queridas en esa época, cuando todavía no habían comenzado a viralizarse en las redes sociales los distintos videos donde se la ve en la gestión pública, con los que buscaron desprestigiarla.
La conductora Viviana Canosa, inclusive, se tomó personal que una mujer kirchnerista sea competitiva en el programa más visto de la televisión argentina y fue una de las que más expuso todo este tipo de material que, finalmente, terminó haciendo mella en los votantes que mandan mensajes al 9009.
La realidad es que, salvo contadas excepciones donde Agustín Guardis y el propio Alfa lo forzaron, la recién eliminada nunca buscó el debate político ni le interesó imponerse ideológicamente a sus hermanitas y hermanitos.
Su participación en el juego, sin ir más lejos, fue bastante despolitizada y sólo mostró su capacidad en aquella negociación con Marcos Ginocchio, donde sacó a la luz sus cartas y logró que quede una placa donde sus amigas se salvaron y Guardis se terminó yendo de la casa más famosa del país.
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Aunque pueda parecer una locura, hubo hasta sectores de la política propiamente dicha que se sumaron a la campaña para que la ex diputada nacional se vaya, creyendo que su victoria podía transformarla en un potencial rival popular en el medio de una fila eterna de candidatos que no llegan a los 10 puntos.Ahora llegará el momento de Romina de reencontrarse con sus hijas y volver a su vida, la cual está alejada desde hace tiempo de la gestión y promete mantenerse así. La mujer de Moreno cumplió su sueño y se transformó en una mujer famosa, como lo deseaba desde pequeña. Siempre contó que se anotó al formato otras veces, cuando éste era muy popular.
A su vez, durante sus cinco meses frente a las pantallas, Romina también demostró ser una excelente jugadora. Que la gran mayoría de las personas que salieron la repudien se debe fundamentalmente a esto, a que la morocha cumplió un rol fundamental en la partida de muchos hermanitos y hermanitas, y siempre mantuvo sus ánimos calmados sabiendo que no debía mostrar su faceta más violenta.
Quizás el episodio donde se pelearon ella y Julieta Poggio con Constanza "Coti" Romero fue el más desequilibrante en el cual se la vio, sin contar su crisis de celos con Alfa a partir de la buena relación que su entonces amigo desarrolló con Camila Lattanzio.
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En cuanto al control personal, Uhrig tuvo claro e interpretó bien algo que a Marcos le salió natural: es una temporada donde el público valora los buenos gestos y desprecia a los jugadores inescrupulosos y dispuestos a todo. Juan Ignacio "Nacho" Castañares Puente también lo entendió así tras su salida de Los Monitos, y cambió su perfil a uno más amistoso y simpático con los demás.La morocha ya estará comprobando la popularidad que adquirió durante su estadía en Gran Hermano. Pero también ya sentirá el desprecio de sus detractores, críticos y odiadores seriales que hacen de las redes sociales su principal campo de batalla para la disputa pública y política.
Al igual que su amigo y enemigo Alfa, Romina logró una inmensa popularidad y hasta sonó como para sumarse a Masterchef. Los dotes culinarios ya los tiene y, de hecho, antes de salir les recordó, de manera insólita, a los finalistas: "Ahí tienen para hacerse las empanadas, ¿eh?”. Lo cierto es que es un hecho que primero querrá descansar y poder estar con sus hijas para recuperar todo el tiempo que perdió, tratando de pelear por un sueño en el cual se interpusieron muchísimos rivales que hasta ella misma desconocía.