La decisión que tomaron ayer Nacho Castañares y Alexis "el Conejo" Quiroga para salvar a María Laura "Cata" Álvarez de la placa de nominación fue un momento bisagra de la edición 2022 del reality show Gran Hermano, ya que demostró que el juego está en otra etapa en la cual las amistades pasan a segundo plano y lo importante es conseguir el premio mayor.
Aunque no es la única conclusión de la gala en la cual quedaron nominados en placa Lucila Belén "la Tora" Villar, Walter "Alfa" Santiago y Juliana Díaz, uno de los cuales saldrá por la votación del público este domingo, ya que también se evidenció el buen funcionamiento de la iniciativa de la producción de armar una prueba de liderazgo doble y generar una negociación que exponga las verdaderas intenciones competitivas de los hermanitos y hermanitas.
Igual hay que reconocer que quien dominó la negociación entre los dos salvadores fue el Conejo, ya que logró imponer la lógica de que ambos no podían elegir a su primera opción, sino que debían optar por una segunda persona salvable y explicarle a sus personas queridas que no se podían poner de acuerdo.
Si es difícil creer que Nacho no entienda que La Tora es la principal candidata a abandonar la casa luego de todo lo que vivió en el show, más aún es creer que el Conejo desconozca que Lucila se va a ir, como se fueron antes Juan Reverdito y Mora Jabornisky, quienes hicieron grupo con ella cuando desmembraron a "los monitos" que integraban junto a Martina Stewart Usher y Tomás Holder.
Estas situaciones son las que ponen a Alexis en una situación de privilegio en la casa de Gran Hermano, tal como lo describe el ex participante y productor Gastón Trezeguet en los debates, cuando afirma que conoce por Coti Romero las discusiones de las chicas y por mano propia las de los chicos.
Además viene demostrando su intención clara de juego, con la maniobra que intentó lograr poniendo a su pareja correntina en la placa para forzar a Nacho a salvarla a ella, no sin antes hacer que Coti vaya a construir buena onda con él. Por otro lado, el haber dejado en placa a Alfa es una decisión que le puede salir mal al grupo de "los primos", porque el hombre mayor sufrió un fuerte deterioro en la imagen pública tras las acusaciones constantes que recibe, lo que esmerila semana a semana su apoyo. Aunque al mismo tiempo, y si bien según las redes sociales no sería uno de los candidatos a irse, es probable que quienes repudian al personaje no voten ni vean Gran Hermano.
Quien sí tiene todas las fichas puestas para abandonar la casa el próximo domingo es La Tora, a quien deberán contener afuera luego de que expusiese una parte muy delicada de su pasado y que al mismo tiempo desconoce el repudio con el que se encontrará y que ya quebró a Holder, Martina, Mora y Juan. Sin ir más lejos, a Stewart Usher recientemente le gritaron "maltratadora" durante un móvil que brindaba para Intrusos, aun yéndose ella hace 15 días.
Hay un límite que el público puede no entender, pero no debería ser así en los debates y en las galas donde los panelistas confrontan con cuestiones personales a los ex participantes de un juego, llevándolos incluso al llanto. La decisión de la producción de poner psicólogos para amortizar la vuelta a la realidad de quienes se van yendo de la casa más famosa del país, tiene que ver con eso. Quienes son parte del programa deben dar un mensaje claro que invite a los odiadores a entender que todo formaba parte de un juego.