Las malas decisiones que tomaron durante la primera semana de la edición 2022 del reality show Gran Hermano los participantes autodenominados como "los monitos", no parece haberle dado una lección a algunos de los integrantes del programa que se quedaron dentro de la casa más famosa del país.
Es que luego de la salida de Tomás Holder, Martina Stewart Usher y Mora Jabornisky, en las primeras tres galas del juego, todavía muchos de los jugadores y las jugadores no entendieron cuáles fueron las razones por las que el público eligió que se vaya cada uno de los que abandonaron la casa, y siguen repitiendo los mismos errores que ellos.
En el caso de las primeras dos salidas, Martina no pudo separarse a tiempo del grupo que había armado, pero en el caso de Mora, nunca se entendió cómo decidió acercarse a un grupo que ya parecía tener un pie afuera del show. Esta dinámica volvió a repetirse tras la segunda gala, cuando tanto Lucila Belén "la Tora" Villar como María Laura Álvarez, se acercaron a Juan Reverdito y Nacho Castañares, los dos restantes "monitos" que quedaban en pie.
Y es que si bien los participantes desconocen el sentir de los espectadores afuera, el repudio a las actitudes y enfrentamientos que se ven dentro de la casa, demuestran en las redes sociales que las grandes mayorías no apoyan a quienes eligen la disputa, la intriga y los enojos como estrategia para vencer.
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Esta nueva junta también fue la que conformó el nuevo complot que ayer denunció el Gran Hermano tras la gala de nominación, quien detectó con su ojo que todo lo ve, cómo Juliana Díaz, La Tora y Juan acordaban votar a Julieta Poggio y Coti Romero, por lo que anuló sus votos y cambió la placa.Ahora el domingo los espectadores tendrán que definir quién se va, entre Juan, Nacho, Daniela Celis y Agustín Guardis, ya que si bien La Tora tendrá, como líder de la semana, la posibilidad de sacar a uno de sus compañeros de la votación, todo indica que la sanción por haberse sacado el micrófono será quitarle ese derecho.
Lejos de saber el castigo que está en camino, ayer dentro de los complotadores discutían si convenía salvar a Juan o a Nacho, ya que ambos vienen del grupo que jugó mal desde el día uno y son quienes tienen más fichas puestas para irse de la casa.
La bronca con el taxista de 42 años está llegando a un límite físico, luego de que Thiago Agustín Medina, el cartonero de González Catán, confesara a sus compañeros que tuvo ganas de trompear al tachero. "El otro día me dio por los huevos que me haya dicho 'la concha de tu madre' y la dejé pasar", relató. "No sé si lo habrá dicho jodiendo o no, pero es la última palabra que me podés decir", le contó a Walter "Alfa" Santiago, Romina Uhrig y a Agustín.
"Me dice una vez más y yo voy a explotar y, por más que me tenga que ir de acá por esa puerta, le voy a romper la boca", prometió el joven matancero. La canción de "nadie se atreva a tocar a mi vieja", inmortalizada por el guitarrista Norberto "Pappo" Napolitano, parece un poroto al lado de la reacción.
Otro de los temas que sacudió al público fue la pollera de Julieta. Es que la mujer que innovó con la creación del hashtag #FueraMalasVibras durante la segunda nominación que hizo, tuvo un problema doméstico con una de sus tan preciadas prendas de vestir.
"Qué pelotuda que soy, qué bronca que me da", se quejó la chica que la producción del programa busca vincular con el salteño Marcos Ginocchio. Enseguida Daniela le pedía que no se diga eso a ella misma, que no estaba bien y que no lo merecía. "Me salió re cara y no sale esa mierda. No sale con nada, ya me cagué tres polleras así", contó Julieta, mientras que algunos de sus compañeros intentaban ayudarla con su problema.
Que la participante haya llorado por eso, fue motivo de que se burlen de ella tanto adentro como afuera de la casa, aunque detrás de las cámaras ya cosechó una cantidad importante de fanáticos que quieren verla salir última de la casa más famosa del país.