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Gran Hermano

¿Llorón o estratega? Mauricio amagó con irse de GH para ver a su hermanito

El santafesino tuvo una fuerte crisis de cara a la gran final de Gran Hermano y debió ser asistido por un psicólogo. Al ver que el trato de un especialista no funcionaba, el conductor de América TV decidió hablar con él para convencerlo de cambiar su decisión.

23 Agosto de 2016 14:54
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A tan solo un día de que Gran Hermano 2016 llegue a su fin, los hermanitos viven sus últimos instantes dentro de la casa más famosa del país rodeados de nervios y mucha presión. Este es el caso de Mauricio Guirao, quien de manera abrupta se encerró en el confesionario y le pidió al “Big Brother” que le prepararan las valijas para su inminente salida.

Mauricio se encerró en el confesionario y pidió por sus valijas. 

El santafesino había ingresado al juego por una razón: ganar el dinero suficiente para terminar de construir su casa y de esa manera conseguir la adopción definitiva de su hermano. Su sueño era su bandera y fue cumplido el pasado 6 de julio, cuando Patricia, su mamá, entró a la casa y le anunció que consiguió la preadopción de Abel, su hermanito de crianza.

A partir de ahí, Mauricio solo se dedicó a jugar. Pero tuvo que sufrir las eliminaciones de varios de sus compañeros de juegos y miembros de “La Banda del Tío”, su grupo liderado por Luifa Galessio. A poco del final, el hermanito colapso y quiso abandonar la casa, por lo que debió ser asistido por un psicólogo, quien no logró convencerlo de cambiar su decisión.

Por esta misma razón fue que Jorge Rail decidió hablar con Mauricio e intentar cambiar su parecer. ¿Qué te pasa ´gringo´?, le preguntó el conductor de Intrusos. La respuesta de Mauricio giró en torno una sola cosa: “Quiero estar con mi hermano”.

Entre lágrimas, el participante manifestó que ingresó al juego “solo por su hermano” y no por otra cosa. “Yo no quiero nada de lo que me puede llegar a dar esto. Vine acá a buscar un premio para dárselo a mi familia. O sea, cuando salga de acá voy a seguir trabajando”, aseguró.

Al mismo tiempo, Mauricio afirmó que no entró al reality “para colgarse de su historia” o para ganar plata y dijo que el dinero del ganador “no le interesa”, pero que era lo que le faltaba para que su hermanito no tenga que estar con ropa regalada por otros.

Mauricio habló con Rial y decidió quedarse en el juego. 

“Yo vine acá para poder comprarle lo que a mí me gusta, vestirlo como a mí me gustaría vestirlo. Más allá que esas no son importantes porque mi hermanito lo que más necesita no le falta, que es amor. Pero el amor que nos tenemos no vale 500 mil pesos y me da bronca que la gente piense que vine para ganar dinero o fama”, explicó Mauricio.

Al final, Rial le dijo al participante que “no está mal” que quiera ganar la plata y le aseguró que por más que no triunfe en la final, “él ya ganó”. Eso sí, también lo alentó “a aprovechar” cualquier oportunidad que se le presente a partir de esta experiencia en la televisión.

La conmovedora historia de Mauricio

La historia de Mauricio y de su hermanito, Abel, emocionó a más de uno. El pequeño fue abandonado en el hospital donde Patricia, la mamá de Mauricio trabaja como enfermera, y la mujer no dudó: le abrió su corazón y su casa para que no se quedara solo.

A partir de ahí, Mauricio y su familia se lanzaron en un arduo proceso judicial para adoptarlo. Y el amor finalmente triunfó. "Ahora a tu hermanito no te lo pueden quitar más", le dijo Patricia por aquel entonces ante las lágrimas del hermanito, quien luchará en la final de mañana.