El grupo de Gran Hermano está dividido entre las 'Furiosas', las amigas de Juliana Scaglione y 'El imperio chino', liderado por Lisandro e Isabel. Ellos, intentan competir por quiénes son los dueños de la casa y, mientras algunos intentan concretar una estrategia sin éxito, otros como Furia pueden leer el afuera perfectamente y le dan cátedra a los demás "hermanitos".
Junto a Carla, Florencia y Agostina, Furia comenzó a tejer una telaraña para intentar infiltrarse en el otro bando y generar afinidades con Lucía, Emma y Rosina, para aislar a Isabel y a Lisandro, quienes están nominados esta semana.
En el patio, las chicas intentan trazar una línea de juego: "Armemos bien esto para ocuparnos de la gente. Ella (por Florencia) se puede ocupar del otro grupo", dijo Furia, insistiendo en que cada una de ellas debe acercarse a la persona que tiene más afinidad por fuera de su grupo para desestabilizar al 'Imperio Chino'. En este orden, ella pidió ir con cualquiera, excepto Rosina, a quien la llamó como "una chica tonta".
"No me dejen sola con Rosina, me quedé con ella hasta las 6 de la mañana y casi me pego un tiro", dijo Juliana y prosiguió: "Me dijo 'ay Furia, mirame' y yo le pregunté: '¿Para qué querés que te mire?' y me respondió que quería hacer contacto visual". Además, se rió e insistió en que la uruguaya quiere 'chapar' con ella pero que eso no sucederá nunca.
Sin embargo, la atención está puesta en las placas de nominación: Lisandro, Isabel, Florencia, Nicolás y Carla se someterán al voto del público y a la salvación de Alan, quien se presume, subiría a Juliana a placa y lo bajaría a su gran amigo Licha.
Aunque el único que no podrá salvarse del teléfono es Nicolás por su sanción de Gran Hermano al sacarse el micrófono, parece ser que Alan, el gran ganador de la prueba del líder, rompió nuevamente las reglas y dijo su intención de salvataje, aunque camuflada en palabras claves.
Mientras tomaba mate con algunos de sus compañeros en la zona de gimnasio, el "hermanito" emitió una frase que podría interpretarse como un voto cantado para sacar a Lisandro de la placa: "¿No hay leche?" o "¿Es a Licha?".
Aunque las voces de Sabrina y Bauti opacaron la conversación, se quedaron en silencio y sorprendidos ante este hecho, ya que en reiteradas oportunidades, Gran Hermano insistió en apegarse a las reglas.