04 Abril de 2024 10:25
Gran Hermano volvió a estar en el centro de la polémica tras ser acusado de ser un programa, palabras más o palabras menos, "guionado" por la "producción". Esto, debido a los manejos que se ven reflejados para "fortalecer" o dejar "caer" a ciertos participantes, siempre dependiendo de que tan redituables son para la pantalla, el propio programa y principalmente para el rating. Fue en este contexto que el periodista Carlos Monti decidió rebautizar el ciclo de Telefe a "Gran Engaño" y Santiago del Moro, en vivo, le respondió pidiéndole "respeto" por todas las "personas" que trabajan para lograr su emisión.
Las últimas semanas fueron claves para el programa porque todo cambió. Cuando parecía que el reality marchaba con normalidad, sin tantas peleas ni censura, desde la producción se les ocurrió hacer ingresar a Alfa, ex participante de la edición anterior, con un mensaje claro: desestabilizar la casa generando polémica y dejando expuesta principalmente a Juliana "Furia" Scaglione, quien es hasta el momento la única que aparentemente tendría su lugar asegurado en la final.
¿Cuál fue el propósito? Furia tiene un fandom más fuerte que el resto de los "hermanitos" y es casi un hecho de que todo lo que le pide a la cámara se cumple gracias a sus fanáticos, con respecto a los eliminados de cada domingo. Sin embargo, esto no caería muy bien en la producción porque justamente la participante pelada no representa los "valores" del "canal de la familia", ya que quedó expuesta en varias ocasiones como una persona agresiva.
Teniendo en cuenta que más allá de sus gritos, peleas y agresiones sigue siendo la "hermanita" más codiciada, desde Telefe no tuvieron mejor idea que hacer ingresar a Alfa para que se una a ella, la deje expuesta y genere peleas con quien hasta ese momento era su principal amiga, Catalina Gorostidi.
Con el diario del lunes, Monti se refirió a aquel suceso sin ningún tipo de filtro en su programa Entrometidos, en donde reafirmó que a esta altura el reality debería pasar a llamarse "Gran Engaño", por cómo la producción maneja, hace y deshace todo a su parecer.
"La casa de Gran Hermano va a ser rebautizada como la casa de Gran Engaño por todas las cosas que están sucediendo en la casa y que nosotros marcamos de este programa desde hace mucho tiempo", comenzó diciendo. Para ser más claro en su opinión, dejó el ejemplo del ingreso del ex participante de la edición 2023 al reality: "Alfa entró a desmalezar el terreno hacia el triunfo final de Furia".
Haciendo hincapié en los disturbios que se generaron a partir del ingreso de Alfa, el conductor fue preciso en que todo fue armado porque sólo dos participantes pueden lograr intentar desestabilizar o competirle mano a mano a Juliana. "Hoy por hoy, el Chino (Martín Ku) y Catalina son los únicos que pueden hacerle frente al aluvión de fandom que tiene Furia; y en el medio ocurren cosas, suceden peleas", sostuvo el periodista.
Además, se refirió a las peleas que tienen los "hermanitos" y, sobre todo, a las barbaridades que se dicen más allá de los insultos, haciendo principal hincapié en la discriminación, la homobofia y la xenofobia, algo que hasta ahora no fue advertido por la producción y mucho menos por el conductor del reality.
"Catalina diciéndole barbaridades a Emmanuel con respecto a su homosexualidad es una cosa que la gente de Gran Hermano debería revisar, y ponerse a ver si realmente esto pueden decir los chicos. Pueden decir lo que quieran, pero también tienen que ser penalizados por las cosas que dicen. ¿Se entiende?", subrayó.
En esa misma línea, amplió: "Estamos frente a una suerte de 'vale todo', porque estamos en la primera semana de abril y tienen que estirar el programa hasta julio, con lo cual va a haber reingresos. Ya van a ver todas las cosas que van a suceder porque la producción tiene que generar cosas, porque si es por los chicos, el programa ya hubiera sido levantado hace rato".
Estas declaraciones no cayeron para nada bien en la producción y fue justamente Del Moro quien debió salir a defender a capa y espada el programa. "Este programa es muy costoso, de hecho tiene un estudio que no para nunca porque donde están los chicos es un estudio de televisión donde trabajan técnicos toda la semana. Este programa cuesta mucha plata y es cierto que recauda mucha plata también, pero a raíz de esto, se pueden financiar un montón de otros programas y un montón de gente que trabaja para este canal y otros canales también", remarcó el conductor de Gran Hermano.
En cuanto a las críticas recibidas por los manejos de la producción y ante la afirmación de que se trataría de un reality "armado", expresó: "Algunos viven de este programa y está bueno que pase un éxito como éste. Creo que por momentos se critica Gran Hermano porque mide 20 puntos, y si hiciéramos 7 u 8 nos criticarían porque haríamos poco. Es un fenómeno que se hace con personas y trabajamos de esto. Hacemos lo mejor que nos sale, a veces le podemos pifiar pero lo hacemos de corazón".
Por último, le pidió "respeto" a todos aquellos que hablan mal del programa y les dejó un mensaje entre líneas, dejando entrever que todos los que se refieren de dicha manera lo hacen porque así logran "vender" lo que hacen. "Se demoniza este programa sin entenderlo. Entiendo que a mucha gente le sirve hablar un poco de Gran Hermano para vender lo que hace y está todo bien, pero hay que respetar mucho más porque los que lo hacemos somos personas", sentenció.