Cualquier excusa es buena para pelear. Todo empezó por una levadura, pero explotó por una cucharada de dulce de leche. Se trató de una nueva batalla campal de todos contra todos en la casa de Gran Hermano.
"No te vamos a usar la levadura, no te preocupes", tranquilizó Luifa a Patricio y el noviecito de Yasmila no se quedó callado. "No, no te preocupes", con tono irónico. "No tengo miedo, poneme en placa y te doy", redobló la apuesta.
La pelea comenzó por una levadura y terminó en una guerra campal.
"Me molesta que eras modesto y ahora te haces el creído", resistió Luifa. Atento a lo que sucedía, Agustín se sumó y lo invitó a la habitación para explicarle por qué lo considera un "cag....".
El fuerte cruce entre Agustín y Patricio
Agustín: "Sos un cag... porque la venís boqueando".
Patricio: "¿Con qué?".
Agustín: "Se hacen los amigos con el enano (Gabriel) y vienen y nos chorean".
Patricio: "¿Quién?".
Agustín: "El enano".
Patricio: "Primero, ustedes nos vinieron a chorear mil veces y yo entré con buena fe acá".
Agustín: "Sos un cag..., venís de buena leche acá y luego nos choreás".
Patricio y Agustín en la habitación se acusaron de "ladrones".
La discusión siguió, pero derivó en un debate por una fulminante no hecha y un "mano a mano" en placa no cumplido. A todo esto, en la cocina seguían peleando por la comida. Los que elevaban la voz eran Mauricio, Yasmila, Matías S., y hasta la ligó Valentina.
"Bajate del pony, entraste el miércoles y te vas en unos días
"Bajate del pony, entraste el miércoles y te vas en unos días", le dijo Yasmila enojada a la morocha y Mauricio aprovecho para también decirle a la "chica" de Pato que no confían en ella. Y los gritos aumentaron cuando se pelearon por una cucharada de dulce de leche.
"Desde que llegué estuve mal y jamás me peleé con ustedes", gritó Yas sacada, y no se detuvo: "Pero ya llega un punto en que les pido una cucharada de dulce de leche y me dicen que no y me lo paso por el ort...".
Matías S. le dijo "qué mala que sos" con ironía y la rubia siguió tirando comentarios contra el hermano del tenista. "Soy re mala como vos, cuando le quisiste pegar a Dante y pedías que te agarren". Al instante se sumó Luifa y empezaron los insultos.
Leandro, lejos del foco de conflicto, se resguardó en su habitación.
Mientras tanto, Leandro seguía en la habitación descansando y sin hacerse problema. Bárbara se miraba al espejo y cuidaba su imagen como si nada. "Siempre es así, pelean y van a seguir peleando", dijo el tucumano resignado.
Tras veinte minutos de pelea, los hermanitos se cansaron y terminaron de hacer el pan. El clima no es bueno y habrá que ver cómo sigue la casa.