El miércoles 6 de abril, París -la galga de entre seis y siete años- no sólo atrapó a los televidentes, sino que además conmovió a los participantes de Gran Hermano. Como en ediciones anteriores, la producción recibió a la perrita para concientizar sobre el maltrato animal y fomentar la adopción responsable. Sin embargo, esta historia no tiene un final feliz y generó grandes preocupaciones.
La estrella perruna llegó con una dura historia de vida: en marzo de 2022, fue encontrada abandonada en la vereda de General Villegas, Buenos Aires. Estaba preñada y en estado crítico, por lo que vecinos decidieron llevarla a una veterinaria donde recibió atención médica y dio a luz dos días después. Todos sus cachorros fueron adoptados, pero ella debió quedarse en observación.
París perdió la visión de su ojo izquierdo debido al maltrato. Este daño es irreversible y la acompañará por el resto de su vida. Si bien los participantes se conmovieron por su historia de vida y fue cuestión de segundos para que queden completamente hipnotizado, la nueva participante de cuatro patas no logró adaptarse, por lo que pasaba sus días acostada, analizando de lejos a los huéspedes, mostrando cierto temor ante los gritos o movimientos abruptos.
El miércoles 9 de abril, un recorte se viralizó en redes sociales y encendió las alarmas. En la cocina, Luchi confesó haber llevado nuevamente a la galgo al confesionario: "Yo me levanté y la llevé al confesionario. Me dijeron que se la tenían que llevar porque le van a hacer estudios otra vez", explicó al resto de la casa. La tensión flotó en el aire. Sandra preguntó rápidamente lo que todos temían: "¿No vuelve?". Luego, la transmisión se cortó.
A partir de este episodio, los fanáticos de Gran Hermano exigieron respuesta a través de las plataformas, así como los participantes consultaron a la producción en más de una ocasión si París volvería: "¿Por qué exponer a un animal vulnerable a la tensión de un reality?", cuestionó un usuario en X, al que se sumaron cientos más: "Hasta la perra abandona la casa, ahí ya te das cuenta que el casting de este GH es una mierda".
Aunque las grandes cabezas del canal se mantuvieron en silencio sobre qué pasa con París, se supo que sus problemas de salud la obligan recibir atención profesional y medicación, lo que imposibilita su estadía en la casa. Es así, que se convierte en la primera mascota en no ser adoptada por un participante: en la primera edición, Romina Uhrig adoptó al caniche llamado Caramelo, mientras que Marcos Ginocchio se convirtió en el ganador junto a Morita. En Gran Hermano Chile, la ganadora también decidió adoptar a Bigote, un perro callejero que atrapó el corazón de todos. Finalmente, Martín Ku también quiso darle una familia a Arturo, un perro que sufrió violencia antes de ser rescatado por una ONG