"Te vamos a llevar a la final, chiquita": arde el "gran armado" tras la salida de La Tora

Al igual que sucedió en muchas de las eliminaciones previas, las denuncias de fraude contra el reality Gran Hermano que emite Telefe coparon las redes sociales con críticas y hasta rebautizaron al show como "Gran Armado", luego de la salida de Lucila Belén "la Tora" Villar el domingo. El problema es que, según las encuestas de días anteriores, la que debía salir era Julieta Poggio.

Es un hecho que los fanáticos y fanáticas del formato suelen apasionarse con un hermanito o hermanita y apoyarlo hasta el final o hasta que se sientan defraudados. Eso genera que muchas veces, los distintos fandoms de los jugadores se enojen cuando le toca irse al que más apoyan y entren en modo Bolsonaro televisivo: todo es fraude.

Este fenómeno podría calificarse tranquilamente con un despecho o una falta de comprensión de la totalidad por estar enfocado en una particularidad. Es decir, que la gente ve el apoyo que tiene su favorito y no el de los demás. Aunque también es una realidad que muchos de estos reclamos se objetivizan cuando los resultados de las galas son completamente diferentes a lo que las encuestas de las redes dicen.

En esta oportunidad, tras mucho desgaste generado por sus haters durante meses, los números decían que la creadora de los hashtags #FueraMalasVibras y #SeCayeronLasCaretas era la favorita para abandonar el programa, con Camila Lattanzio y la Tora dividiendo los votos de sus seguidores y haciendo difícil definir quién debía irse.

Ya en el momento en el cual Julieta abandonó primera la placa, algo que sorprendió hasta los mismísimos familiares de la joven que estaban en el estudio, el conflicto en las redes explotó. La consigna Gran Armado comenzó a hacerse grande y a ensuciar el resultado del reality.

No es la primera vez que se habla de esto, aunque se hacía con otros términos como "gran fraude". En algún momento hasta se propuso hacerle un apagón al programa, para que la baja de los números de la audiencia abran los ojos de la productora Kuarzo y el canal y los corra de elegir quiénes siguen y quiénes se van (como sospechan estas figuras conspiranóicas en las redes).

En otra oportunidad también fueron contra Julieta, aquella vez que salió el parrillero Ariel Ansaldo, y hasta subieron videos de usuarios a quienes no los dejaban votarla a ella y sí a él, evidenciando las fallas en el sistema de votación del 9009.

A Poggio le fueron pegando por todas las declaraciones que dio respecto a su "perrita vieja", "ciega" y "lesbiana", a la cual supuestamente discriminaban en su casa. A partir de estas confesiones las acusaciones comenzaron contra ella, ya que encontraron un punto de debilidad en la coraza de favoritismo que tenía en los orígenes del show. Hace unos meses, la mamá de Julieta, Patricia Destefani, tuvo que salir a mostrar un video en redes de lo bien que estaba la perra y para relativizar los dichos de su hija.

Si bien es cierto que la Tora venía cada vez más desencajada desde la entrada de su mamá Gladys, y que muchos fanáticos habían vuelto a ver el rostro enfurecido y desconectado que la dejó afuera la primera vez, no era lo que reflejaban las encuestas que hacían, entre otros, el granhermanólogo Federico Bongiorno en sus redes. Igualmente, el periodista siempre se encarga de aclarar que las encuestas son las voluntades de la gente que está en las redes, que no es la misma que vota al 9009.

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La confusión en las redes también es generada por ciertos perfiles ligados a opinar sobre cuestiones políticas sin tener una identidad definida. Estos denominados "trolls", durante gran parte de la edición del programa, intentaron mezclar la política y lo electoral con el formato del programa. Es por eso que ven en Romina Uhrig a su principal enemiga. La hermanita fue diputada nacional y recibió un montón de filtraciones de situaciones vividas durante su gestión, además de fake news y exageraciones no comprobables.

La salida de Walter "Alfa" Santiago, en un mano a mano con Romi, fue una guerra para estos espacios, que prometieron que no verían más el show tras su salida, pero que al mismo tiempo siguieron haciéndolo solamente para ver salir a la ex legisladora derrotada, como si eso cambiara los destinos del país.

En términos de las denuncias de "Gran Armado" hay para todos los gustos. Por ejemplo, un usuario de Twitter subió una foto de Lattanzio durmiendo y escribió: "Camila se convirtió en nuestra representante para los que somos anti fraude. Te vamos a llevar a la final, chiquita". ¿Acaso esta persona cree que Telefe hizo un fraude así de grande pero que dejó una participante para darle la oportunidad de romperlo? No, es evidente que lo que hace el anónimo espectador es utilizar los rumores de fraude para llevar agua para su molino, para ver si tiene la suerte de encontrar a alguien que se la crea y lo acompañe en sus decisiones.

"El odio hacia Romina y Julieta es masivo, qué quilombo se arma si no se va alguna de las dos está semana", escribió otro televidente con el tema de Gran Armado de fondo. Hasta la incitación a la violencia se hace presente en este comentario.

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Es un hecho que el fenómeno televisivo de GH rompió todas las expectativas y registró números de rating que parecían imposibles en la televisión actual, que compite con las plataformas de streaming, el scrolleo en las redes sociales, los juegos electrónicos y hasta los casinos online.

También que, con el afán de mantener estos números récords en la audiencia, es cierto que Telefe ha hecho bastantes cambios de reglas y hasta extendió más de un mes el final del programa, el cual finalmente será en los estudios de Martínez en los primeros días de abril, mientras que la idea era que finalice el programa en marzo, cuando todavía se desconocía la gallina de los huevos de oro que significaba el formato en esta realidad actual.

Gran Fraude, Gran Armado, Acomodacho (por Juan Ignacio "Nacho" Castañares Puente) y hasta el apagón, solamente fueron consignas que buscan agarrarse de las sospechas de los demás para llevar agua para su propio molino. El programa es un éxito y, por más que se rasguen las vestiduras quienes sufren por ver irse como perdedores a sus jugadores favoritos, tiene a la audiencia todavía cautiva, esperando que la gran final sea como desean.