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Se ofendió el sponsor

Ulises, la aceituna y el castigo: el arte de cómo perder un auto 0 km con un mal chiste en Gran Hermano

La marca que entregó el 0 km se ofendió y Gran Hermano increpó al cordobés, que se mostró arrepentido.

11 Abril de 2025 10:38
Ulises Apóstolo
Ulises Apóstolo

En la casa más famosa del país, donde todo se graba y nada se olvida, un mal chiste puede salir más caro que una cuota de plan de ahorro. Si no, que lo diga Ulises Apóstolo, el participante cordobés que pasó de la euforia por ganar un auto 0 km a un inesperado escrache público y una posible renuncia forzada... al volante. Todo comenzó después de la gala de nominación, cuando el clima de distensión entre los hermanitos se tornó ácido gracias a una frase que hoy resuena como eco de su propia caída: "El auto parece una aceituna", disparó Ulises entre risas, mientras charlaba con Chiara Mancuso

No conforme con eso, remató con una confesión que hizo sonar todas las alarmas del "Big": "Cuando me lo den, le voy a pegar una vendida". Y así, de un comentario supuestamente irónico, se armó un escándalo digno de edición especial. Porque si algo no tolera Gran Hermano, además del complot, es la ingratitud. Y lo dejó clarísimo. En horario central, con tono solemne y frente a todos los participantes, el Big activó el modo decepción y lanzó un discurso digno de jefe herido: "Lamento y mucho haber tenido que escuchar eso. Lo que corresponde sería que valoraran los premios que entrego", comenzó, visiblemente dolido.

De hecho, como si hubiera sido él quien firmó los papeles del 0 km siguió, en modo pedagógico con cucharón de castigo: "Tal vez considerás que el auto no estaba a tu altura. Si esta apreciación fuera correcta, habría sido justo que te bajaras de aquella prueba". "Debido a que advertí una charla en la cual hacés mención de manera, yo diría, peyorativa y bastante ingrata acerca del auto que te ganaste. Lamento y mucho haber tenido que escuchar eso. Lo que corresponde sería que valoraran los premios que entrego. Por supuesto no pretendo agradecimientos. Son ustedes quienes ganan estos desafíos en buena ley que permiten la obtención de distintos productos", dijo.

Pero lo mejor (o lo peor) vino después: el Big le ofreció a Ulises renunciar al premio. Sí, así como suena. Le abrió la puerta para que devuelva el auto y lo ponga "a disposición de la casa", cual ofrenda moderna a los dioses del rating. "El mérito es todo de ustedes. Pero lo que realmente me entristece son los comentarios despectivos como los que formulaste. Tal vez considerás que el auto no estaba a tu altura, a la altura de tus exigencias. Por eso, Ulises, te ofrezco, si esa fuera tu voluntad, no jugar por estos premios, si es que permanecés en la casa tras la gala de eliminación", fueron las palabras de Gran Hermano.

Ulises en su aceituna
Ulises en su aceituna

Ulises, en shock y con la voz entrecortada, intentó zafar: "Soy un zarpado, seguramente hice un mal chiste, no lo recuerdo. Me paso tres pueblos". Luego, más centrado y con tono de mea culpa, agradeció al patrocinador, a la audiencia, y hasta al destino: "El auto me viene como anillo al dedo, porque todos saben que he pagado una sola cuota del que tengo en Córdoba". De más está decir que el enojo de la producción del reality se debe a que la empresa que entregó el auto se sintió ofendida. Nadie quiere una mala publicidad y eso se notó con el llamativo reto al participante. La escena tuvo de todo: vergüenza pública, arrepentimiento en vivo y la amenaza de que el "aceitunamóvil" cambie de dueño. Un episodio que dejó en claro que en Gran Hermano no hay chiste que no se pague, sobre todo si toca algo tan sagrado como a un sponsor. 

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