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Cómo blockchain está cambiando la participación ciudadana en la política

Si bien no es un término demasiado conocido para el gran público, la tecnología blockchain se encuentra presente en diferentes áreas de nuestra vida. La cara más visible es la de las finanzas, pero también están irrumpiendo con fuerza en la participación ciudadana y política. Te invitamos a conocer cómo esta tecnología tiene un enorme poder para transformar la manera en la que los ciudadanos pueden tomar decisiones políticas.

02 Septiembre de 2024 18:39
Binance .

Por qué blockchain tiene algo que decir

Hablar de blockchain es hacerlo de finanzas, como por ejemplo, de la cotización de btc a dólar o entre otras divisas. Pero si hay algo que caracteriza a blockchain es la capacidad de crear registros que no se pueden cambiar y, por tanto, con una transparencia que es evidente. Si pensamos en blockchain como una gigantesca base de datos, cada entrada que se registra en ella no puede ser guardada sin que el resto de la cadena lo detecte. Por esa razón, se trata de una tecnología muy transparente y que puede ser clave en los procesos electorales, en los que es necesaria una fidelidad absoluta en todo momento.

Un claro ejemplo de esto serían las votaciones electrónicas, ya que blockchain tiene la capacidad de ofrecer un nivel de transparencia y de seguridad nunca visto, dando testimonio de que cada voto está correctamente contabilizado y, por supuesto, eliminando cualquier atisbo de fraude o alteración de los resultados electorales.

Esto lleva a que los países que puedan ir adoptando esta tecnología animen  a sus ciudadanos a participar en las votaciones. La muestra más palpable es la de Estonia, un país altamente digitalizado y que ya está comenzando a implementar este sistema en sus comicios. No solamente se trata de ofrecer un sistema fiable y transparente, sino también animar a la participación de la ciudadanía en los comicios.

Por otro lado, la tecnología blockchain posibilita que los ciudadanos puedan participar además de otras maneras diferentes. Podríamos poner el caso de que se pueda participar directamente en modificación de políticas ya existentes o creación de otras nuevas, haciendo lo posible gracias a los denominados contratos inteligentes.

Con ellos, se pueden organizar votaciones digitales de una forma mucho más segura que la actual, y en la que la eficiencia sea la tónica general. Igualmente, el ahorro de costes económicos sería notable, los resultados tendrían carácter inviolable y el tiempo de escrutinio se reduciría a la mínima expresión.

Menos centralismo, mayor influencia de los ciudadanos

Cualquier proceso electoral está totalmente centralizado y blockchain podría cambiar todo esto. Aunque pueda parecer ciencia ficción, las decisiones podrían tomarse por todo el conjunto de la ciudadanía, dejando de estar focalizadas, de manera exclusiva en las instituciones o en los partidos políticos. De esta manera, los ciudadanos pueden percibir que su opinión realmente cuenta y que tiene una capacidad clara de cambiar las cosas en todo lo que se refiere a su vida.

De esta forma, la participación podría aumentar de manera exponencial. Es evidente que el desencanto de muchos ciudadanos con la política viene precisamente de que sus acciones parecen no tener reflejo de ninguna manera. Si se implementan los contratos inteligentes y las votaciones totalmente descentralizadas, se podría conseguir que cada ciudadano tenga realmente voz y voto.

De esta manera, los ciudadanos tendrían la capacidad de lanzar iniciativas que pudiesen llegar a buen puerto, todo ello sin la mediación de grupos políticos de por medio, pero garantizando siempre una transparencia total del proceso. Se mire por donde se mire, la tecnología blockchain tiene muchísimo que aportar a los futuros comicios electorales y a la propia participación de la ciudadanía en la gestión de sus entornos.

Los retos que hay que superar

Todo esto nos presenta un panorama realmente esperanzador, pero hay que tener los pies en la tierra y ser conscientes de que hay que asumir muchos retos todavía. Para comenzar, no existe una regulación concreta y no se trata de un sistema estandarizado. Es evidente que los métodos que utilizamos actualmente necesitan una revisión, y blockchain puede dar pie a que haya un cambio. Para ello, es necesario que la administración vaya creando marcos regulatorios, de tal manera que siempre quede garantizada la seguridad y la privacidad.

Igualmente, los retos de tipo técnico también aparecen de por medio, pero es necesario abordarlos para conseguir una sociedad mucho más participativa y democrática. De lo que no cabe duda es que más pronto que tarde habrá que ir abordando estas tareas y darles la importancia y prioridad que se merecen.

Una forma diferente de hacer participar a los ciudadanos es posible, y el blockchain se ha demostrado, la tecnología más fiable, precisa y participativa para conseguirlo. Un esfuerzo que  merecerá la pena abordar y que va a traer un cambio total en la manera en la que los ciudadanos se relacionan con sus instituciones.