Luego de que el Dow Jones entrase en corrección tras registrar una caída del 10% en 2 días, la firma financiera JP Morgan advirtió de que EE. UU entrará en una recesión antes del cierre de este año debido al enorme peso de los aranceles de Trump. Vale reseñar que hasta hace unas semanas, esta firma proyectaba en un 60% la posibilidad de una recesión en EE. UU, pero ahora ha cambiado su pronóstico y ya da por hecho que sucederá. Esto indudablemente traerá implicaciones en la rentabilidad de las empresas, afectando particularmente el EBITA (Beneficios Antes de Intereses, Impuestos y Amortización).
Entendiendo el EBITA y su importancia ante el inminente escenario de la recesión
El EBITA es una métrica financiera clave que mide el rendimiento operativo de una empresa, centrándose en las ganancias generadas por las actividades principales del negocio, excluyendo los efectos de la estructura de capital y las tasas impositivas. Esta métrica proporciona una imagen más clara de la rentabilidad y la eficiencia operativa de una empresa, lo que la hace esencial para evaluar su salud financiera, especialmente durante las recesiones económicas. A medida que las empresas se enfrentan a una disminución de los ingresos y un aumento de los costos durante una recesión, el EBITA se convierte en un indicador crucial de su capacidad para mantener la rentabilidad.
Contexto Económico: Proyecciones de JPMorgan
A finales de marzo, la firma JPMorgan advirtió que proyectaban en un 60 % las posibilidades de que EE. UU entrase en una recesión antes de finalizar el 2025, dado que las medidas arancelarias de Trump podrían provocar represalias y desatar una guerra comercial que afectaría la confianza de los inversores y disrupciones en las cadenas de suministros. Pero esta proyección cambió en los últimos días tras el desplome de prácticamente todos los mercados en dos días seguidos y las medidas de represalias que tomaron países como China donde aplicó un arancel del 34 % a las importaciones de productos de los EE. UU, desatando así una caída drástica del petróleo WTI y Brent en más de 6%. Se espera que la recesión prevista ejerza una presión a la baja sobre el crecimiento del PIB, dispare la tasa de inflación al 4,4 % y aumente la tasa de desempleo al 5,3 %. "Ahora esperamos que el PIB real se contraiga bajo el peso de los aranceles, y para todo el año (4T/4T) esperamos un crecimiento del PIB real del -0,3 %, frente al 1,3 % del año anterior. Preveemos que esta recesión en la actividad económica, reduzca la contratación y eleve la tasa de desempleo al 5,3%" El impacto del aumento de precios que prevemos para los próximos meses podría ser más fuerte que el pico inflacionario pospandémico, ya que el crecimiento de los ingresos nominales se ha moderado recientemente. Además, en un entorno de mayor incertidumbre, los consumidores podrían mostrarse reacios a recurrir demasiado a sus ahorros para financiar el crecimiento del gasto. Señaló al medio Bloomberg, Michael Feroli, economista jefe de JP Morgan.
Las proyecciones de recesión no solo lo proyecta JP Morgan
JP Morgan no ha sido la única firma en prever una baja del PIB antes del cierre del 2025. Barclays también proyecta una contracción económica para este año. Citi espera un crecimiento de tan solo 0,1%, mientras que UBS ha reducido sus expectativas de crecimiento en 0,4%. Jonathan Pingle, economista jefe de UBS para EE. UU., advirtió de implicaciones más amplias: "Prevemos que las importaciones estadounidenses provenientes del resto del mundo caerán más de un 20 % durante nuestro horizonte de pronóstico, principalmente en los próximos trimestres, lo que devolverá la proporción de las importaciones en el PIB a los niveles anteriores a 1986. La contundencia de la guerra comercial implica un ajuste macroeconómico sustancial para una economía de 30 billones de dólares". Ahora las miradas están puestas en la FED sobre si tendrá la capacidad de "timonear" sobre la turbulenta economía estadounidense que se proyecta para este año. De momento, la proyección de la firma JP Morgan representa una clara advertencia, no solo de recesión, sino de que prevén también un cambio estructural más profundo en la dirección económica de Estados Unidos. Con la guerra arancelaria de Trump, inquietando a consumidores e inversores por igual, Estados Unidos podría estar entrando en un capítulo de enorme volatilidad que se caracterizará no por el crecimiento, sino por el retroceso.
Impacto en los ingresos empresariales y el EBITA
A medida que las empresas se preparan para la recesión, es probable que sus ingresos se vean afectados negativamente. Una contracción del gasto de los consumidores, impulsada por el aumento de la inflación y la incertidumbre económica, provocará una disminución de la demanda de bienes y servicios. Esta disminución de los ingresos tendrá un impacto directo en el EBITA, ya que un menor volumen de ventas suele dar como resultado una reducción de las ganancias. Por ejemplo, sectores como el comercio minorista, la hostelería y los bienes de consumo discrecionales son particularmente vulnerables durante las recesiones económicas. Las empresas de estos sectores pueden experimentar caídas significativas en las ventas, lo que conlleva una disminución correspondiente del EBITA. Por el contrario, sectores como los servicios públicos y los bienes de consumo esenciales pueden ser más resilientes, pero incluso ellos podrían enfrentarse a presiones si las condiciones económicas generales empeoran, tal como lo prevé JP Morgan.