Y es que, aunque parezca extraño, algunas prácticas vinculadas a la burocracia o al trabajo siguen haciéndose como si no contáramos con internet, a pesar de que se trata de una herramienta de comunicación y procesamiento de la información con la que una parte de la humanidad cuenta hace décadas.
De hecho, internet ha transformado profundamente nuestras vidas. Sin embargo, algunos cambios, como el trabajo remoto, demoran un poco más de tiempo, principalmente debido a que el trabajo en sí está ordenado por una importante cantidad de normativas que hay que actualizar para dar cuenta de las normas formas de trabajo que permite la tecnología.
Afortunadamente, algunos países han sido veloces en adaptar sus normativas a las nuevas necesidades de organización del trabajo. Actualmente, existen muchas naciones que ofrecen en alquiler oficinas virtuales facilitando el trabajo a emprendedores o empresas que estén buscando desarrollar un proyecto de manera virtual con asiento legal en un determinado país.
De hecho, dentro del mundo offshore Uruguay ofrece muy buenas posibilidades para desarrollar emprendimientos, ofreciendo estabilidad y políticas orientadas a fomentar la inversión extranjera que han demostrado seriedad a lo largo del tiempo.
Pero, ¿de qué se trata exactamente este servicio? ¿cómo puede beneficiarse un emprendedor a través del alquiler oficinas virtuales?
En este artículo, les contamos cuáles son las tendencias de deslocalización del trabajo y los emprendimientos y cómo Uruguay se ha transformado en el país más avanzado de América Latina dentro de esta tendencia global.
Oficinas virtuales para innovar
Aunque suene novedoso, las oficinas virtuales existen desde varias décadas dentro de la industria de los espacios de trabajo. Sin embargo, internet ha causado una revolución en cuanto a las posibilidades de deslocalización del trabajo, potenciando sus posibilidades y volviendo cada vez más común el alquiler de oficinas virtuales.
Por lo general, las oficinas virtuales ofrecen una serie de servicios que combinan tecnología y espacios de trabajo para facilitar el desarrollo de tareas a la distancia y, si es necesario, presencial.
Quienes se deciden por el alquiler de oficinas virtuales acceden a servicios de comunicación y almacenamiento digital óptimos para el desarrollo de las tareas requeridas, así como a atención telefónica personalizada, apoyo administrativo, una dirección de correspondencia y domicilio fiscal.
Además, los paquetes de servicio brindados suelen incluir la posibilidad de utilizar salas de conferencia o reuniones ejecutivas a un costo mensual muy bajo, lo que vuelve a este servicio en una opción muy competitiva frente a los costos de mantener un espacio físico permanente, con todos gastos de servicio y mantenimiento.
La estructura de servicios que ofrecen las oficinas virtuales brinda facilidades para el trabajo remoto, permitiendo que varios trabajadores desarrollen tareas desde distintos puntos físicos, pero en plena conexión con el equipo de trabajo.
Además de estos servicios, contar con una oficina virtual permite también elegir un determinado perfil a la empresa o el emprendimiento, acorde al país en el que se instale. En este sentido, Uruguay ha construido una imagen de estabilidad y seriedad en la región que, sumado a sus políticas de atracción de las inversiones, aportan a la construcción de una imagen de solidez a los proyectos que se sitúen bajo su jurisdicción.
De hecho, los incentivos a las inversiones extranjeras han devenido en una serie de servicios de asesoramiento fiscal, jurídico y operativo que resultan muy atractivos por su capacidad de facilitar el trabajo de crear o mudar un proyecto económico hacia ese país.
Nuevos negocios virtuales
Dentro de los beneficios de las oficinas virtuales, se encuentra la posibilidad de crear una emprendimientos en una jurisdicción que, por su normativa, otorgue ventajas para el desarrollo de una actividad económica en particular.
La tendencia de deslocalizar el trabajo tiene también su correlato en este sentido. Dentro del mundo offshore Uruguay ha logrado instalarse como el país más conveniente de la región latinoamericana.
La normativa uruguaya es muy favorable para el desarrollo de inversiones extranjeras y las sociedades offshore Uruguay son un excelente vehículo jurídico para emprender actividades comerciales apoyándose en un país financieramente muy desarrollado, que busca fomentar emprendimientos a través de su larga estabilidad económica, financiera, política y social.
Son muchas las personas que han tomado la decisión de construir una compañía offshore Uruguay y que, con el tiempo, encontraron que esa fue una decisión conveniente, que impactó de manera positiva en el crecimiento del proyecto gracias a la libertad, la ética y estabilidad que ofrece.
Además, Uruguay ofrece hasta un 100% de exoneración impositiva para los emprendimientos extranjeros. Esta política es sumamente importante, ya que da impulso a los proyectos en crecimiento en los momentos de mayor fragilidad financiera.
A su vez, el país oriental ofrece los servicios adecuados para orientar a los inversores a la hora de poner en marcha una empresa en su territorio. Contar con servicios de asesoramiento adecuados es uno de los pilares fundamentales para transformarse en un destino offshore de primera calidad.
Muchas veces sucede que los inversionistas extranjeros encuentran dificultades para entender si les resulta conveniente o no emprender en una determinada jurisdicción. La mayoría de las veces, tener que enfrentarse a una cantidad importante de información legal, muchas veces desordenada y en otro idioma, deviene en un obstáculo que termina frustrando el proyecto.
En cambio, si el país cuenta con información legal clara, ordenada, traducida y con profesionales que brindan asesoramiento adecuado para contribuir a que el inversionista extranjero pueda realizar un correcto planeamiento fiscal, jurídico y operativo, evitando caer en irregularidades, se facilita de manera considerable la inversión dentro de esa jurisdicción.
En este sentido, Uruguay se ha destacado en su capacidad no sólo para crear estabilidad en una región revuelta, sino por poner en marcha los servicios adecuados para fomentar la instalación de inversiones extranjeras que aprovechen sus políticas amigables con el desarrollo económico.
En conclusión, las oficinas virtuales son una tendencia que se consolida a lo largo del tiempo y promete transformaciones profundas en la cultura del trabajo, así como el desarrollo nuevos emprendimientos deslocalizados que permiten reclutar talentos de distintas partes del mundo y reducir los costos de funcionamiento de una empresa.